Algunos trabajos lo tienen muy fácil. Los abogados, los trabajadores de finanzas o de la construcción tienen reglas claras sobre cómo vestirse en el trabajo. En otras industrias no es tan sencillo y la ausencia de un dress code oficial puede dificultar mucho una simple decisión de vestuario. Algunas compañías, en especial las que tienen una cúpula joven, son adeptas a un código de vestuario informal y sin demasiadas pretensiones. Pero en otros casos llegar al trabajo en remera y jeans puede ser una situación incómoda y embarazosa. ¿Cómo evitarlo?
Ante la duda, pregunta
Si entramos a una nueva empresa o si aún tenemos dudas al pasar un tiempo, lo mejor es preguntar. Puede ser alguien que ya trabaje en nuestro sector, puede ser al departamento de recursos humanos o al supervisor. De hecho, se espera que los empleados se preocupen por su prolijidad y su buena presencia en la oficina. Si bien puede parecer extraño preguntar, más extraño es que lleguemos un día demasiado formales -o informales- al lugar de trabajo.
En efecto, en las compañías grandes el tipo de vestimenta puede cambiar mucho porque no todos los niveles jerárquicos y no todas las áreas tienen un código compartido.
Imitar al jefe Si bien los CEO suelen tener expectativas más altas dentro de la compañía, no es una mala idea imitar el estilo del jefe a la hora de elegir algo del ropero en especial cuando no hay ninguna indicación oficial por parte de la empresa. Si nuestro jefe o supervisor suele venir de traje, lo recomendable es no vestirse menos que formal que una camisa y un par de zapatos decentes. La idea no es imitar al ropa, sino el estilo. Nadie pretende que usemos el mismo nivel de formalidad, pero no hay que sobresalir mucho. Ni por exceso ni por defecto.
No olvidar sentirse cómodo
No significa que podamos usar cualquier cosa, pero si que es importante sentirse cómodo con nuestra vestimenta y tratar de sacar la mayor ventaja posible a las limitaciones que ofrecen en el lugar de trabajo. “Informal” puede significar muchas cosas, por ejemplo. No necesariamente es usar lo mismo todos los días ya que podemos combinar distintos tipos de vestimentas y mantenernos dentro del rango “casual”.
Pensar en la cultura corporativa de la empresa
No siempre es fácil identificarla y mucho menos para un recién llegado, pero siempre tenemos al menos una guía parcial sobre qué espera la empresa de nosotros. En general, las que se dedican a recompensar la innovación y el trabajo colaborativo suelen ser más permisivas con la ropa. Les interesa la comodidad porque no inhibe la innovación y permite tener un entorno de trabajo relajado para compartir ideas libremente. En otros casos la empresa tiene una cultura más tradicional y se espera que los empleados se vistan formales. En ese caso hay que acomodarse a la cultura corporativa de la empresa.
Para la primera vez
Por último pero no menos importante, ¿qué podemos hacer cuando vamos a una entrevista y definitivamente no conocemos nada del dress code de la empresa?. La información es poder, así que lo recomendable es conseguir tener una idea al menos general del código de vestimenta antes de ir a la entrevista laboral. Podemos tanto ir hasta la empresa en el horario de salida al almuerzo a ver cómo se visten los empleados o podemos aprovechar las redes sociales y chequear que imagen quiere dar de sí misma la empresa.