El transporte del mañana se está desarrollando a toda velocidad. Las ciudades de todo el mundo están intentando toda serie de medidas para aliviar el tránsito cada vez más lento, más difícil y más contaminante a medida que aumenta la población que las habita y se desplaza diariamente de su casa al trabajo. Intentan desalentar el uso del auto, mejorar el transporte público y fomentar la bicicleta y el caminar. París cerró el tránsito vehicular desde los muelles bajos del Sena. Barcelona proyecta organizar la ciudad en una serie de súperbloques donde los autos estén limitados a ciertas avenidas anchas mientras que las calles intermedias serán solo peatonales con parques y patios de juegos.
Pero las nuevas tecnologías podrían incorporar cambios más profundos. La micromovilidad, por ejemplo, que incluye patinetas y bicicletas eléctricas, es vista como una de las posibles soluciones al problema del traslado de las personas en las grandes ciudades.
Por todas partes aparecen start-ups que desarrollan patinetas para alquiler instantáneo. Una encuesta reciente realizada en Portland, Oregon, reveló que 34% de la gente se mueve en patineta en lugar de usar su auto personal, taxi o Uber.
Sin embargo, la patineta tiene muchos problemas de seguridad. El organismo de transporte de Suecia reclama que se prohiban luego de la muerte de un hombre en Helsinborg. Para que funcionen como sistema de transporte las ciudades tendrán que crearles sendas especiales, tal vez elevadas sobre el nivel de calle. La ciudad de Xiamen, en el sudeste de China, construyó casi 8km de bicisendas elevadas. El Grupo BMW funto a la Universidad china de Tingyi han desarrollado un proyecto ambicioso que comprende una red de tubos cubiertos por encima de las calles para el tránsito de bicicletas y patinetas.
Los autos eléctricos que circulan sin conductor también cambiarían profundamente el aspecto de las ciudades. Para 2050 ya estará la autonomía completa “nivel 5”, dice el fundador de Oxbotica Paul Newman, una compañía que fabrica software para automóviles. Esos autos paodrían cambiar la forma en que se disñan las ciudades. Dicen que las calles podrían ser más estrechas.
El transporte público podría ser altamente personalizado, dice Warwick Goodall, de PA Consulting, compañía especializada en transporte y movilidad. “Durante todo el siglo pasado el transporte se concentró en poner cada vez más trenes. Las próximas décadas del transporte se pensarán alrededor de las necesidades personales. Por eso Uber y otros servicios similares crecieron con tanta rapidez. Uno pide un auto y llega en dos minutos. El transporte será híper personalizado.
Luego está la idea del transporte “en 3D”, que irá mucho más allá de las bicisendas elevadas. Elon Musk, el emprendedor tecnológico norteamericano, tiene planes de construir una serie de circuitos que llama “hyperloops”, túneles sellados al vacío construidos debajo de varias ciudades norteamericanas donde los pasajeros serán transportados en cápsulas a alta velocidad.
Uber y Lilium están planeando flotas de taxis voladores: aviones a reacción que despeguen y aterricen en forma vertical desde plataformas diseminadas por toda la ciudad.
Ya hay ciudadas interesadas en programas piloto.