Hay infinidad de justificaciones para abandonar la costumbre de salud apretando la mano de la otra persona, especialmente durante la crisis del coronavirus .
El gesto es una forma súper eficiente de desparramar el virus, dado que además nos tocamos la cara sin darnos cuenta unas dos docenas de veces por hora, la mayoría de las veces, ojos, nariz o boca. O sea, que dar la mano aumenta la probabilidad de que nos infectemos con cualquier virus que ande rondando.
Los gobiernos de muchos países del mundo están recomendando alternativas al apretón de manos ( y los besos o los saludos nariz a nariz) para impedir la proliferación del virus Covid-19.