Facebook ha comprometido más de US$ 1,4 millones en la iniciativa, que fue impulsada principalmente por el gobierno alemán, preocupado por el crecimiento del racismo en su país provocado por la oleada de refugiados de Siria.
Aunque las regulaciones de Facebook prohíben a los usuarios postear contenido malicioso, sus críticos l acusan de no esforzarse lo suficiente para hacer cumplir lo establecido en los papeles. . En noviembre 2015 funcionarios de Hamburgo iniciaron una investigación para determinar cómo está manejando el tema de impedir la propagación del lenguaje del odio dentro del foro.
La semana pasada Facebook amplió su vigilancia contratando una unidad de Bertelsmann, la empresa alemana de medios para que le ayude a vigilar y borrar posteos racistas.
En muchas partes de Europa la crisis generada por la afluencia de inmigrantes generó una retórica extremista y xenófoba entre los usuarios de Facebook.