Buscarán una vacuna contra la saliva del mosquito

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Descubren que es la responsable de preparar el cuerpo para las infecciones.

Cada vez que nos pica un mosquito nos inyecta una cantidad de sustancias en el torrente sanguíneo. Esas sustancias le permiten, entre otras cosas, disfrutar de su comida sin que la sangre se coagule. Sin embargo, la saliva del mosquito cumple con un objetivo más siniestro, según el informe reciente de un grupo de científicos.

En varios experimentos realizados con ratones, las picaduras de mosquito causaron cambios profundos en el sistema inmune que duraban por lo menos una semana. La conclusión de este estudio, liderado por Rebecca Rico-Hesse, viróloga del Baylor College of Medicine en Houston, es que esto explicaría por qué la saliva de los mosquitos nos vuelve más vulnerables a enfermedades como la malaria y el dengue. Este nuevo conocimiento da pie a que la ciencia comience ahora a desarrollar un método de defensa creando vacunas para combatir la saliva misma del mosquito en lugar de atacar un solo virus, bacteria o parásito.

 
Jessica Manning, médica especializada en enfermedades infecciosas del National Institute of Health’s Malaria and Vector Research Laboratory en Phnom Penh, Camboya, explica que una de las características del estudio es que a los ratones utilizados para el experimento se les injertaron células madre humanas. Eso les permitió tener una idea de cómo podría ser la respuesta humana a la saliva del mosquito sin tener que extraer médula ósea.

Anteriormente, Rico-Hesse y sus colegas habían observado que los ratones desarrollan síntomas más serios del dengue cuando son picados por mosquitos que cuando se les inyectaba el virus con una aguja. Esto ocurre porque nuestros cuerpos tienen una reacción alérgica a la saliva del mosquito. Por eso es que vemos en la piel una hinchazón roja que pica.

“El virus presente en la saliva del mosquito es como un caballo de Troya”, explica Manning. “Nuestro cuerpo se distrae con la saliva y tiene una reacción alérgica cuando lo que debería hacer es tener una reacción antiviral y luchar contra el viruss”. Por eso, el sistema inmunológico no ataca el virus con la fuerza que debería. Además, la saliva atrae las células inmunes susceptibles al microbio. “El cuerpo humano, sin advertirlo, ayuda al virus a instalar la infección porque el sistema inmunológico le está enviando nuevas oleadas de células que este virus puede infectar”.

 

Con los descubrimientos del experimento la ciencia tiene ahora nuevos conocimientos para encarar de otra forma el desarrollo de vacunas. Esta vez, el objetivo será vacunar contra la saliva del mosquito.

 

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