Las personas entre 45 y 55 años con una presión arterial algo elevada pero no lo suficiente para ser considerada “alta”, igualmente corren mayor riesgo de desarrollar demencia senil, según una investigación médica reciente.
El estudio que abarcó a 10.000 personas descubrió que aquellas cuya presión era moderada tenían 45% más de probabilidades de contraer la enfermedad que aquellas con valores más bajos.
Esta conclusión se sumará y dará más peso a las voces de aquellos que reclaman que se baje el nivel considerado normal para la presión arterial. Hoy hasta 140 mmHG es considerado normal. El año pasado Estados Unidos bajó ese nivel a 130, un nivel en el cual el estudio considera hay mayor riesgo de contraer Alzheimer.
Otro de los argumentos a favor de bajar el nivel normal de tensión arterial es que ésta genera derrames cerebrales silenciosos, cuyos sísntomas pueden no advertirse pero igualmente dañan el cerebro. Y ese daño puede estar en la base del deterioro en la función cerebral.
De aplicarse este nuevo criterio, miles de millones de personas en el mundo serán diagnosticadas con alta presión y necesitarán medicación, con costos millonarios para los sistemas de salud estatales y privados. Los que se oponen argumentan que el resultado va a ser una población medicada en exceso.