Big Data pone fin al debate sobre la autoría de Shakespeare
Durante muchos, muchos, años los académicos se han preguntado si las obras de William Shakespeare fueron realmente escritas por él o al menos si fueron escritas solamente por el hombre a quien hoy se lo conoce como El Poeta.
Aunque las discusiones sobre su autoría se han prolongado durante dos siglos, sus obras se han impreso una y otra vez bajo su nombre. Ahora, por primera vez y con ayuda de computadoras y de Big Data, Oxford University Press agregará el nombre de Christopher Marlowe como co-autor en tres obras de teatro: “Enrique VI” partes 1, 2 y 3.
Marlowe fue su contemporáneo y, algunos dicen, su rival. La Poetry Foundation lo describe así: “El logro de Christopher Marlowe, poeta y dramaturgo, fue enorme, superado solamente por el de su exacto contemporáneo, Shakespeare.”
Pero más allá de la rivalidad, los académicos siempre han pensado que Shakespeare pudo haber colaborado con él, entre otros escritores contemporáneos. Porque, después de todo, las obras de teatro se escribían entonces como se escriben hoy los guiones: a un autor se le pagaba un adelanto para que escribiera contrataba a diferentes escritores para que rellenaran ciertas partes, según los diferentes temas en que se especializaban.
“Shakespeare, al igual que otros genios, reconocía el valor de otra gente”, dice Gary Taylor, profesor de la Florida State University y uno de los estudiosos que llevó a la investigación.
Para descubrir si hubo colaboración, 23 académicos internacionales realizaron análisis de texto escaneando obras de Marlowe y de otros escritores contemporáneos), creando conjuntos de palabras y frases repetidos y en analizando por computación de qué forma se repiten, o sea, analizando todas las características de la escritura de una persona. Una vez que tuvieron una muestra sólida de patrones únicos, los cruzaron con las obras de Shakespeare.
El resultado que obtuvieron: 44 de sus obras probablemente tuvieron algún aporte de terceros. Las tres partes de Enrique VI demostraron tener suficiente huella literaria de Marlowe como para que su nombre merezca ser incorporado como co-autor, dice Taylor.
“Hemos podido verificar la presencia fuerte y clara de Marlowe en tres obras teatrales, “Ahora podemos decir con confianza no que no solo se influenciaron uno al otro sino que trabajaron juntos. Los rivales a veces colaboran”.
No todos estuvieron de acuerdo. Un académico supone que Shakespeare pudo haber trabajado con actores cercanos a Marlowe.
“Creo que Shakespeare colaboró con todo tipo de personas… pero me sorprendería mucho si Marlowe fuera una de ellas,” dice Carol Rutter, profesora especializada en Shakespeare y artes dramáticas de la universidad de Warwick. “Es cierto, Shakespeare colaboraba. Pero es mucho más probable que comenzara su carrera trabajando para una compañía donde él ya fuera un actor y que colaborara no con otro dramaturgo sino con los actores, quienes habrán tenido a Marlowe en la cabeza, en el escenario y en sus voces”.
