<p>Cabe señalar, no obstante, que el calendario de fiestas tuvo de uno a dos días extras en la temporada 2009. En cuanto a electrónica de uso final, el salto entre el 21 y el 27 de diciembre elevó 5,9% las ventas del 21 de noviembre al 24 de diciembre. SpendingPulse, consultora cautiva de MasterCard, también detectó avances en segmento de julo y semilujo.</p>
<p>Estas estimaciones sugieren que los ingresos de comercio al detalle superarán, al concluir la temporada (4 de enero), los cálculos de casi todos los analistas norteamericanos. En otras palabras, hay indicios de que la confianza del público en la economía va recobrándose del piso registrado en febrero, pese a un desempleo remiso a bajar de 10% de la población activa.</p>
<p>Por supuesto, la diferencia en la duración de la temporada –veintiocho días este año, 26/27 en el anterior- no pasa de lo anecdótico. Naturalmente, la confianza en la economía en las clases alta y media alta mejora a mayor ritmo que en las clases media y media baja. Por el contrario, es casi nula en la clase bajas, donde sobreviven los 46 millones de estadounidenses pobres objetos de la reforma asistencial propuesta por Barack Obama.</p>
<p>Las proyecciones de SpendingPulse para toda la temporada excluyen automotores y combustibles. En cambio, abarcan todos los medios de pago, desde efectivo a tarjetas de crédito. Pero, hasta ahora, ni consultorías ni cadenas han divulgado cifras, si bien algunas fuentes señalaron que esperarán a la semana próxima.</p>
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Ventas de temporada superan expectativas en EE.UU.
En buena medida impulsadas por el comercio en línea y los gastos a último momento, las ventas minoristas estacionales desbordaron en aproximadamente 3,6% los guarismos de 2008. El año pasado había sido el peor en cuatro decenios.