La flexibilidad en el lugar de trabajo consiste en proporcionar las condiciones necesarias para que los colaboradores prosperen. Y solo tiene éxito en culturas empresariales de alta confianza. Se basa en el tiempo libre ilimitado, horario laxo y la capacidad de prestar servicios cuándo y dónde sea.
Estos, hasta no hace mucho tiempo, eran aspectos desconocidos en el mundo laboral. El trabajo típico significaba estar visible, en un escritorio o estación, durante 8 horas los 5 días hábiles de la semana.
Pero lo cierto es que la flexibilidad en el lugar de trabajo ya estaba en aumento antes de la pandemia, con organizaciones globalizadas con visión de futuro que adoptaron configuraciones no tradicionales, como equipos remotos y horarios amplios. Pero luego, el aislamiento obligó a que todos adopten el home office y hacerse más flexibles respecto a algunos requisitos, estuvieran listos o no para eso.
Pero ahora, mientras algunas empresas han vuelto a sus viejas rutinas, otras han decidido mantenerse para siempre en la modalidad que adoptaron a partir de la pandemia.
Algunas ventajas
Uno de los beneficios del trabajo flexible es que atrae al mejor talento de cualquier lugar. Una vez que la ubicación y el horario dejan de ser criterios de selección, es más probable crear un equipo diverso con los mejores.
Great Place to Work® (GPTW), autoridad mundial en cultura organizacional, realizó este año una encuesta sobre los lugares de trabajo promedio de Estados Unidos. Allí, se demuestra que los colaboradores que se desempeñan de manera remota, a tiempo parcial o completo, tienen una salud psicológica más alta que aquellos que lo hacen de forma presencial.
De hecho, 57 % de los trabajadores full remoto muestran una buena salud psicológica en comparación con el 49 % de los colaboradores que desarrollan sus tareas de manera presencial.
En el mismo estudio, los colaboradores que se desempeñan de forma remota estaban más satisfechos con su equilibrio entre trabajo y vida que los que prestan servicios de manera presencial, con un 63% frente a un 57%.
A su vez, cuando los colaboradores experimentan que confían en ellos y pueden tener un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida, estarán más comprometidos, serán más productivos y será menos probable que renuncien.
De hecho, los empleados remotos o híbridos reportan una mayor disposición a dar más en el trabajo (60%) en comparación con los full presencial (53%).
Además, pese a los temores de muchas compañías, cambiar a la modalidad remota durante la pandemia no afectó sus resultados. De hecho, en muchos casos los mejoró.
Y algunas desventajas
Pero esta modalidad también tiene sus desventajas. Como, por ejemplo, las percepciones de los colaboradores sobre los beneficios que se les brindan.
Las empresas con lugares de trabajo híbridos o 100 % remotos tienen más dificultades para crear prácticas de “promoción justas” en comparación con los lugares de trabajo con una fuerza laboral totalmente presencial.
Como reveló la investigación, los trabajadores a distancia tienen un 6% menos de probabilidades de creer que las promociones son justas en su lugar de trabajo frente a los empleados que pasan de 1 a 4 días en el lugar o en la oficina.
Los colaboradores que trabajan completamente a distancia tienden a sentirse menos conectados con la misión de la empresa y consideran que tienen menos impacto. En el lugar de trabajo promedio de EE. UU., el 58 % de los empleados remotos sienten que marcan la diferencia en la firma a la que pertenecen en comparación con el 65% de los presenciales.
Si bien herramientas como Zoom, Teams y Slack son excelentes para mantener al equipo conectado, realmente no existe sustituto para la comunicación cara a cara. Y cuando los colaboradores están en línea en diferentes momentos, puede ser un desafío resolver los problemas urgentes.
A pesar de la libertad que puede brindar la modalidad a distancia, es muy común que los empleados trabajen durante más horas si se encuentran en sus casas, o que presenten dificultades para establecer un horario para ellos mismos, una receta para el agotamiento en el ámbito laboral.
Por último, el home office puede generar fácilmente sentimientos de desconexión social y soledad. Sobre todo, si es la primera vez que un colaborador lo hace de esta manera.