Suelen ser videos de gente (pero específicamente influencers) desempacando todo tipo de objetos (juguetes y tecnología principalmente), fenómeno que en inglés se conoce como “unboxing” (sacar de la caja), según explica un informe de la consultora Trendsity que dirige Mariela Mociulsky.
Es una herramienta de mucho peso para el marketing y la comunicación de los productos porque se trata de esa primera impresión, de ese efecto sorpresa que genera conexión pero también fidelidad con la marca o servicio en cuestión. Los detalles de esa experiencia (embalaje, personalización, creatividad) son un gran factor de branding y seducción del consumidor.
La novedad la trajo la pandemia. La aceleración del comercio electrónico en el aislamiento modificó hábitos de consumo y las marcas y servicios redoblaron el acento en esa parte del journey del consumidor que emergió triunfal: la espera y la recepción de los pedidos y las compras adquirieron un protagonismo inédito, al punto de ser un un momento deseado en medio de la monotonía de la cuarentena.
Vale aclarar que es una oportunidad de fidelizar e impulsar una próxima compra. En Argentina lo vimos claramente en la gastronomía y la coctelería: con envasados al vacío y presentaciones y packagings sofisticados, restaurantes y bares hicieron de la experiencia de tomar y beber en casa un rito de placer.
La personalización y la creatividad fueron la constante de emprendedores y marcas que ofrecieron delivery en cuarentena, desde plantas a decoración, entre muchos otros. También en la industria del lujo el unboxing ha cobrado un lugar preponderante durante el confinamiento, para asegurar que el cliente viva la experiencia como si estuviera en las boutiques, una búsqueda central en este segmento.
En un mercado competitivo con el comercio electrónico creciendo a toda marcha, el unboxing continuará siendo una instancia decisiva en el camino del consumidor. La experiencia de la tienda debe recrearse en el hogar y generar valor diferenciador. No es solo el packaging correcto también es la calidad del embalaje, el branding de la marca y otros ítems que incluyen, texturas, materiales, mensajes y políticas de devolución claras y sencillas. No hay que olvidar que existe una presión por el packaging sustentable y reutilizable,es decir una búsqueda de tecnologías que permitan la creación de diseños más innovadores, sin que ello repercuta en el costo final del empaque.
Por último otro punto interesante es la utilización tecnología: códigos NFC o codigos QR impresos que permiten tener más información sobre el producto y dan valor agregado a la experiencia en casa.