Es una suerte que las golosinas argentinas Tuby 3 y Tuby 4 ya no están más a la venta. De haber sobrevivido, tal vez hubiesen tenido que hacer frente a una demanda de Nestlé que se hizo con la marca registrada del formato Kit-Kat por sobre su competidor, Cadbury. La oblea bañada con chocolate no podrá ser copiada por otras marcas.
Esta decisión se tomó luego de que Nestlé apelara la decisión en primera instancia que permitía a sus competidores copiar el formato y explotarlo.
La decisión tiene importantes consecuencias para el sector porque ninguna marca podrá vender dulces en el formato de las cuatro barritas de Kit-Kat. El resultado es inusual porque generalmente se trata de marcas y no de formatos por lo que se pelean las empresas. Nestlé lo había registrado en 2006 y Cadbury pidió su invalidación porque la forma es generica y no una acción de la creatividad de Nestlé. Aunque al principio los reguladores dieron la razón, Nestlé se quedó con la apelación.