jueves, 26 de diciembre de 2024

Un centro asesora a los bancos sobre el aspecto de sus locales

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El Centro Merlin es un laboratorio de ideas y salón experimental de diseño que asesora a los bancos sobre funcionalidad de diseño. El nombre, tomado del mago medieval tutor del Rey Arturo, pretende ser una bola de cristal que anticipa el futuro.

Los bancos deben aceptar que son comercios minoristas, que venden productos y
servicios como cualquiera, dice Robert H. Steel, director del Merlin. Una brocha
para pintar no es demasiado diferente de una hipoteca: ambas se venden.

Desde su apertura en 1995, el Merlin Center (MC) ha pretendido ser algo así
como una bola de cristal para los bancos, cuya misión es anticipar los
grandes cambios del negocio y la mejor forma de asimilarlos, incorporarlos y aprovecharlos.
El objetivo, ayudarles a sobrevivir y crecer convirtiéndose en minoristas
modernos.

El método que adopta es construir simulacros de sucursales bancarias en
su salón de exposiciones, crear la atmósfera del banco del futuro
(tal como lo ve Merlin en la bola de cristal) y dar a los ejecutivos de bancos
minoristas una idea de cómo podrían ser sus lugares de trabajo en
el futuro.

El Merlin Center es parte de John Ryan Company, una empresa privada de servicios
financieros con sede en Minneapolis y oficinas en Londres y Madrid.

Steele explica que algunos bancos, como el Wells Fargo, tienen su propio departamento
de diseño. Otros, necesitan asesoramiento. En sus 15 años de existencia
el MC ha tenido una cantidad de ideas, muchas de ellas de gran audacia. Casi siempre
han sido debidamente elogiadas por este conservador sector del comercio, pero
pocas veces incorporadas.

El Fleet Financial Group, sin embargo, aplicó la sugerencia del MC de integrar
todos sus servicios financieros de determinada manera en 5 de sus 1.500 sucursales
y comprobó que en ellas logró duplicar el número de productos
financieros vendidos a sus clientes. Un dato que los bancos no deberían
pasar por alto.

Los bancos deben aceptar que son comercios minoristas, que venden productos y
servicios como cualquiera, dice Robert H. Steel, director del Merlin. Una brocha
para pintar no es demasiado diferente de una hipoteca: ambas se venden.

Desde su apertura en 1995, el Merlin Center (MC) ha pretendido ser algo así
como una bola de cristal para los bancos, cuya misión es anticipar los
grandes cambios del negocio y la mejor forma de asimilarlos, incorporarlos y aprovecharlos.
El objetivo, ayudarles a sobrevivir y crecer convirtiéndose en minoristas
modernos.

El método que adopta es construir simulacros de sucursales bancarias en
su salón de exposiciones, crear la atmósfera del banco del futuro
(tal como lo ve Merlin en la bola de cristal) y dar a los ejecutivos de bancos
minoristas una idea de cómo podrían ser sus lugares de trabajo en
el futuro.

El Merlin Center es parte de John Ryan Company, una empresa privada de servicios
financieros con sede en Minneapolis y oficinas en Londres y Madrid.

Steele explica que algunos bancos, como el Wells Fargo, tienen su propio departamento
de diseño. Otros, necesitan asesoramiento. En sus 15 años de existencia
el MC ha tenido una cantidad de ideas, muchas de ellas de gran audacia. Casi siempre
han sido debidamente elogiadas por este conservador sector del comercio, pero
pocas veces incorporadas.

El Fleet Financial Group, sin embargo, aplicó la sugerencia del MC de integrar
todos sus servicios financieros de determinada manera en 5 de sus 1.500 sucursales
y comprobó que en ellas logró duplicar el número de productos
financieros vendidos a sus clientes. Un dato que los bancos no deberían
pasar por alto.

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