Mucho se ha hablado del bajísimo costo unitario que tiene una campaña de marketing por e-mail. Sin embargo, un mail mal enviado – sea porque va a la persona equivocada, o porque el asunto no atrae y el correo se borra sin abrir o porque la oferta no es la adecuada – tiene un alto costo económico y no económico.
Además de la pérdida de ingresos que provoca un mail fallido, hay otras pérdidas. Primero, la base de datos pierde valor, porque deja de ser confiable. Cada contacto hace más rentable la lista por la posibilidad que encierra de aportar fondos o ventas.
Si un mensaje es bloqueado o clasificado como spam a causa de las palabras empleadas en el asunto, el valor de marca también baja. En esos casos, la marca o empresa va al tacho de la basura junto a los casinos online, o imitaciones de Viagra y otros medicamentos u ofertas sexuales de todo tipo.
Finalmente habría que calcular qué parte de los costos de gestión y administración recae en la publicidad por e-mail. Cuando 20% de la campaña por e-mail no se puede entregar, 20% de la inversión desaparece como por arte de magia.
Mucho se ha hablado del bajísimo costo unitario que tiene una campaña de marketing por e-mail. Sin embargo, un mail mal enviado – sea porque va a la persona equivocada, o porque el asunto no atrae y el correo se borra sin abrir o porque la oferta no es la adecuada – tiene un alto costo económico y no económico.
Además de la pérdida de ingresos que provoca un mail fallido, hay otras pérdidas. Primero, la base de datos pierde valor, porque deja de ser confiable. Cada contacto hace más rentable la lista por la posibilidad que encierra de aportar fondos o ventas.
Si un mensaje es bloqueado o clasificado como spam a causa de las palabras empleadas en el asunto, el valor de marca también baja. En esos casos, la marca o empresa va al tacho de la basura junto a los casinos online, o imitaciones de Viagra y otros medicamentos u ofertas sexuales de todo tipo.
Finalmente habría que calcular qué parte de los costos de gestión y administración recae en la publicidad por e-mail. Cuando 20% de la campaña por e-mail no se puede entregar, 20% de la inversión desaparece como por arte de magia.