Esta es la visión que tiene sobre este tema la consultora Trendsity. En lo que refiere a la moda, las trends no cesan: e-girl, clean girl, Y2K, fairy-core, alt, mall goth, cottage-core, coco girl, dark academia y abuela costera son algunos de los ejemplos de las tendencias fashion que se vuelven virales a medida que los influencers impulsan a sus audiencias a tener artículos o prendas específicos para lograr esa apariencia.
El impacto para la industria de la moda de esta sucesión incesante de tendencias es un impulso mayor a la “moda rápida” que crea cada vez más
ropa barata y de menor calidad para satisfacer ese mercado. Todo esto teniendo en cuenta que la industria de la moda encabeza la lista de las
más contaminantes del planeta: la producción de prendas sigue creciendo anualmente un 2,7 %, mientras que el 25 % de las prendas siguen sin venderse y menos del 1 % se recicla en prendas nuevas.
Es interesante destacar que esta es sólo una cara de la moneda en relación con la generación Z, la moda y TikTok. La tensión se da porque también la plataforma es utilizada como canal para amplificar otro fenómeno: jóvenes que se resisten a la moda rápida y buscan adoptar opciones de compra de segunda mano en tiendas o aplicaciones/ apps para tal fin que son muy populares entre esta generación.
La moda circular, así como la posibilidad de hacer un cambio real y concreto en la forma en que consumen en pos del planeta es una preocupación muy central para muchos de ellos, que choca, sin duda, con las trends emergentes de la exitosa TikTok.
TikTok y las tensiones en el mundo de la moda
Tiktok es una enorme máquina cultural que no frena la generación de tendencias y estéticas que influyen en la posterior compra de los productos, especialmente en la Generación Z, quien domina esta plataforma.