La emblemática compañía de productos de lujo, con una larga trayectoria de 180 años de éxitos, tiene poco que aprender de los demás. Pero sobre “mobile” sí aprendió observando a sus competidores.
“Teníamos miedo de prostrar productos muy caros en una pequeña pantallita”, dice Catherine Lacaze, vicepresidente de marketing en Estados Unidos. La renuencia de la compañía no era por problemas técnicos sino por temor a disminuir el impacto de su propia mercadería. Pero lo que aprendimos es que la gente sí cliquea. Mucha gente duerme con su teléfono.
Lacaze contó abiertamente a AdWeek sobre lo que aprendió su departamento de marketing observando a otras marcas en el espacio del lujo, especialmente de las más nuevas y capaces de llegar a alterar totalmente el status quo.
“Tenemos que observar atentamente a los disruptores”. Mirando a esos competidores, por ejemplo, Tiffany aprendió que los consumidores jóvenes prefieren los productos personalizados con los objetos susntiarios que compran.
Pero lacaze aclara que Tiffany ofreció personalización mucho antes que estos competidores de ahora, “pero nos dormimos en los laureles y la gente se olvidó. Los consumidores deben saber quer nosotros grabamos, bordamos o estampamos cualquiera de los objetos que vendemoss. Debemos reconsiderar la forma en que nos comunicamos con nuestro público”.
Y una de las formas en que Tiffany aprendió a reestablecer su conexión con esa generación, especialmente en el ámbito móvil, es relanzando su tradicional color azul, robin’s egg blue, uno de los pocos “colores de marca” en el mundo y que la gente asocia inmediatamente con la compañía. Ese es el color que predomina en su página web, sea como fondo o como borde.
“El azul1837 (en la escala del Pantone) es nuestro color emblemático”, dice. “En todas partes del sitio lo van a ver, y queremos que sientan esa sensación de exclusividad cuando reciben la caja azul”.
Tiffany Co. abrió sus puertas en Nueva York en 1937 con un catálogo de artículos de librería y regalos, pero pocos añsos después se instaló como proveedora de artículos de alta calidad, especialmente de plata. A casi doscientos años de aquella fecha, Sigue siendo una de las más afamadas marcas de lujo de Estados Unidos.