A diferencia del año pasado, 2022 podría ser el año en el que el mundo asista a la finalización de la pandemia. Esta “sensación”, en conjunto con las predicciones optimistas de los especialistas en salud, dejan entrever que, en la nueva normalidad, las denominadas tendencias, aquellas señales de cambio detectadas durante los últimos dos años y que fueron impulsando nuevas costumbres y patrones de comportamiento social y de consumo, terminen transformándose en la norma y cambiando para siempre las relaciones comerciales, algo que impacta a la industria del consumo y retail. ¿Qué nos dice esto para la actividad en América del Sur?
“En este reinicio, no puede dejarse de lado el hecho de que uno de los más importantes efectos colaterales de la pandemia iniciada en 2020 ha sido el cambio impreso en las costumbres y comportamientos sociales y laborales, que están redefiniendo desde las normas de consumo hasta los modelos de trabajo y la forma de hacer negocios en todos los sectores. Y ello resulta determinante para la industria de consumo”, destacó Fernando Gamboa, socio líder de la industria de Consumo y Retail de KPMG en América del Sur.
Por su parte Eduardo Harnan, socio líder de la Industria de Consumo y Retail en KPMG Argentina, opina que estos profundos cambios que se registran en la industria también se están dando en el mercado local. “Estas tendencias analizadas por KPMG están marcando el ritmo del crecimiento global, regional y local para los próximos años y por eso son cruciales especialmente en los sectores de consumo de bienes y servicios. La tecnología ha cambiado la forma de hacer negocios y también la relación entre empresas y consumidores. Por lo tanto, las empresas que quieran seguir compitiendo en la nueva economía digital, recuperar y aumentar ventas deberán seguir transformándose, entender que el mercado se ha vuelto mucho más competitivo y que el consumidor están mucho más informado y exigente que antes.”
El análisis de estas tendencias, que seguramente marquen el ritmo de crecimiento global y regional de los próximos años, resulta de crucial relevancia, especialmente en los sectores de consumo de bienes y servicios. Es por ello que en esta nueva edición del estudio “Tendencias en Consumo y Retail para América del Sur”, que fue realizado por los expertos de KPMG en América del Sur, se analizan las cuatro macrotendencias globales que definirán el trayecto que la industria seguirá durante 2022 y años venideros. A saber:
-
Los nuevos ecosistemas y entornos de negocio.
Uno de los principales efectos colaterales de la pandemia ha sido, sin duda, el nuevo paradigma del consumo, el que no solo se encuentra explicado por los significativos cambios en el comportamiento de compra de los consumidores sino también por los nuevos modelos de negocios y estrategias de crecimiento que comenzaron a transformar la cadena de valor de la industria del retail, afectando desde fabricantes y empresas mayoristas hasta distribuidores y minoristas.
-
La reconsideración de los costos de hacer negocios.
Como resulta lógico, esta nueva forma de “hacer retail” ha traído grandes desafíos para el sector, especialmente en un entorno en el que gran parte de los costos físicos sobre los que las empresas dependían para llevar adelante sus estrategias de engagement en el pasado (por ejemplo, los sueldos de la nómina de empleados y los gastos relacionados a los espacios físicos necesarios para vender sus productos) se están trasladando con peso hacia los nuevos entornos digitales.
-
El posicionamiento con propósito.
La pandemia no ha hecho más que ahondar el sesgo de selección de los consumidores hacia marcas y empresas que rigen su actividad bajo un propósito o fin que las excede. Medioambiente, sustentabilidad, ética laboral, equidad, inclusión, diversidad, derechos humanos, protección animal, gobernanza y justa compensación, son algunos de los elementos en los que las empresas están apoyándose tanto para diseñar sus modelos y estrategias comerciales en pos de mantener/ganar la confianza y lealtad de sus clientes, como para captar inversiones y financiarse en un mercado de capitales.
-
El poder del consumidor.
En términos más generales, puede decirse que la centralidad del cliente debe formar parte del propósito corporativo. Al estar asociado con acciones que tengan como pilares el cuidado del medioambiente, el respeto por el otro o la diversidad, por citar algunos ejemplos; el propósito corporativo puede ser reductible a colocar al cliente, sus necesidades y preferencias en el centro del negocio.
Por último, se desglosan las principales tendencias que funcionan como pilares de las anteriores (macrotendencias), teniendo en cuenta su impacto en América del Sur, al tiempo que se proporcionan algunos casos de referencia que intentan mostrar cómo el sector de consumo y retail está abordándolas para afrontar exitosamente la nueva realidad.