sábado, 23 de noviembre de 2024

Teléfono de escritorio, un amigo olvidado

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Especialmente en la agencias de venta de publicidad, los gerentes encuentran que sus empleados usan el teléfono como último recurso.

En sus 20 años al frente de metro guide Publishing en Halifax, Nova Scotia, Patty Baxter nuncia vio las oficinas tan silenciosas. Antes los teléfonos se usaban a toda hora.
Las ventas publicitarias caían y ella identificó que uno de los motivos era que el personal, casi todo por debajo de los 35 años, no usa el teléfono para hacer sus propuestas. Las envía por mail.
Los jóvenes han aprendido mucho mejor que sus colegas mayores la técnica de enviar  y compartir fotos y videos, pero eso significa, muchas veces, que la prefieren a la actividad mucho más tradicional de hablar por teléfono.
Si bien los milenarios – generalmente definidos como la gente nacida entre 1981 y los primeros años de la década del 2000– no pierden nunca de vista su teléfono, curiosamente lo usan más para otros tipos de actividades que para hablar. Crecieron con una gran cantidad de herramientas de comunicación, como el texteo o el chat, y tienen diferentes expectativas sobre cómo quieren que se los ubique. En el trabajo, algunos gerentes dicen que evitar el teléfono en favor del email puede dañar el negocio, la creatividad y los proyectos.
Stephanie Shih, una joven de 27 años, dice que las llamadas interrumpen. El gerente de marketing de marca de Paperless Post, una compañía neoyorkina de productos de papelería, no tiene un teléfono laboral, como tampoco lo tienen la mayoría de sus colegas. La compañía dice que el no tener líneas telefónicas individuales en áreas de plano abierto protege a la gente de llamadas no deseadas, que pueden interrumpir conversaciones.
Además, dice Shih, los teléfonos parecen anticuados.  Ella hace llamadas laborales una o dos veces a la semana. “Hasta la secretaria de mi dentista me textea porque sabe que las llamadas telefónicas pueden ser una carga”.
Kevin Castle, gerente tecnológico de 32 años en Technossus, una compañía de software empresario, dice que las llamadas no planificadas son una molestia tan grande que por lo general él desenchufa el teléfono de su escritorio y lo guarda en su gabinete. Llamar a alguien sin enviar primero un email , dice, puede dar la sensación de que uno da más importancia a sus propias necesidades que a las de ellos. Castle dice que el personal de Technossus usa principalmente el email para comunicarse, algo que ayuda a salvar la diferencia horaria entre las distintas oficinas de la compañía en Estados Unidos e India. Usan también videoconferencia y mensajería instantánea. Las llamadas telefónicas son el último recurso.
Pero el email no sirve en ocupaciones como ventas, donde la relación personal importa mucho, dice Baxter, de 49 años. “Uno no vende si simplemente hace una pregunta y obtiene una respuesta”.
Se usa poco para hablar
Si bien el tráfico en teléfonos celulares casi se duplicó a 1.468 billones de megabytes entre diciembre 2011 y diciembre 2012, el número de minutos gastados en hablar durante ese periodo aumentó menos de 1%, de 2.296 billones a 2,30 billones, según CTIA, un grupo de investigación en comunicaciones inalámbricas.
Pero las empresas no están abandonando el teléfono todavía. El número de teléfonos de escritorio comprados por empresas creció 4.5 % entre 2011 2012, según Richard Costello, analista de la firma de investigación de mercado International Data Corp. Muchos de los nuevos teléfonos permiten a los trabajadores recibir llamadas, textos, mensajes instantáneos, correos de voz transcriptos a texto y muchos todo en uno y acceso teléfonico a través de las computadoras del trabajo.

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