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Durante años la práctica de colocación de productos se ha difundido sin pausa hasta convertirse en un negocio establecido. Tanto que muchas veces las marcas han llegado a robarse la escena. A los espectadores tampoco les llema la atención. Pero ahora 3D plantea grandes peligros y oportunidades para la práctica de la publicidad.</p>
<p>Una de las principales características de 3D, tal como se la usa en Avatar, es la “limitada profundidad de campo”. Eso quiere decir básicamente que la figura en pantalla 3D se levanta ante la audiencia mientras el fondo parece desenfocado. Un intento de enfocar el fondoo provoca lo que algunos llaman “dolor de cabeza Avatar”.</p>
<p>Pero para la colocación de productos la pérdida de un fondo claro significa la eliminación de incontables oportunidades para una amplia gama de marcas. Logos de autos, nombres de gaseosas y una serie de otros identificadores de marca aparecerán como simples manchas de color. Cualquier intento de distinguirlo sería inútil. ¿De qué sirve una colocación de productos que no se ve?<br />
Claro, la otra posibilidad es que el foco 3D pueda permitir que los productos se vean realmente en 3D y salten ante los espectadores. Por ejemplo, el personaje principal se bebe una gaseosa en lata, que muestra en su mano.</p>
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Tecnología 3D y colocación de productos
Podría decirse, sin temor a equivocarnos, que Avatar ha revolucionado la forma en que miramos películas. También que abre la puerta a toda una generación de proyecciones en 3D. ¿Tal vez entonces revolucionará también la forma en que colocamos productos? La pregunta la formula Abe Sauer en BrandChannel.