La gente con buena memoria no es gente excepcionalmente dotada. Es gente que inventa estrategias para fijar datos en su memoria. Desde 1981, Kevin Trudeau se dedica a explicar, con su ya famoso sistema de auto-aprendizaje que llama “Mega Memory”, que todos podemos aumentar nuestra capacidad de retención. Ese sistema adquiere ahora dimensión internacional al convertirse en un libro que con el mismo nombre publica la editorial estadounidense William Morrow and Company, Inc.
La idea central de Trudeau es que todos pensamos en imágenes, no palabras. Para demostrarlo, arranca con un pequeño y simple test. Si alguien menciona la palabra “elefante”, dice Trudeau, lo que aparece en nuestra mente es la imagen de una bestia inmensa con una larga trompa, y no las letras E-L-E-F-A-N-T-E. Eso es porque todos, y no solamente algunos afortunados como suele creerse, tenemos memoria fotográfica.
El sistema “Mega Memory” está pensado para enseñarnos a tomar las cosas que vemos, oímos y experimentamos y ponerlas en un cierto orden para poder recuperar esa información en el momento de necesitarla.
Las estrategias que describe son varias. La primera y más elemental es la asociación básica.
Asociar. La asociación básica es una simple técnica de recordación. Consiste en tomar algo que conocemos, como una letra del abecedario, y asociarla en forma lógica con lo que uno intenta recordar, como un nombre.
Con los números se puede hacer algo similar. Asociamos el número uno con el tronco de un árbol, por su parecido. De ahí en más, el número uno representa un árbol; asociamos el cuatro con un auto, por sus cuatro ruedas, el 12 con una docena de huevos y el 20 con un atado de cigarrillos.
Encadenar. Es la segunda estrategia que describe Trudeau. Como la mente trabaja con imágenes, para aumentar la memoria es preciso saber cómo crear y usar imágenes intensas. Y para eso hay que aprender a encadenar. Para hacerlo se crea una imagen de una cosa, una imagen de una segunda cosa y se conecta ambas de la forma más loca y descabellada posible. Por ejemplo imaginar un león de la selva caminando por una calle céntrica y envuelto en un abrigo de visón. Cuanto más absurda y ridícula la imagen, más tiempo permanecerá en nuestra memoria.
Colgar. Este es el procedimiento que constituye el núcleo del método Mega Memory, porque explica cómo hacer para almacenar información de modo tal de poder recuperarla más tarde. Hay cosas que no se olvidan más, como el nombre que tenemos. ¿Y por qué no se olvida? Porque se trata de información que está en la memoria de largo plazo; aunque intentáramos olvidarnos de nuestro nombre no lo lograríamos. En cambio, un número de teléfono que leemos por primera vez y luego guardamos va a parar a nuestra memoria de corto plazo. Allí no dura mucho, y por eso lo olvidamos.
Trudeau nos dice que para desarrollar una buena memoria hay que aprender a “colgar” un dato olvidable, de corto plazo, de la información almacenada en nuestro banco de memoria de largo plazo. Y llama “percha” a cada uno de esos pedacitos de memoria de largo plazo.
Hay que comenzar por poner las perchas en orden, porque la información contenida en la memoria de largo plazo, aunque imborrable, forma una masa desorganizada. Para eso, Trudeau aconseja crear dos listas de perchas. Una con las partes del cuerpo y otra con elementos de la casa.
Supongamos que tenemos que dar un discurso y queremos tener, no una guía escrita, sino una guía mental de todo lo que vamos a decir. Colgamos la primer idea que queremos desarrollar de la primera percha de una de las listas. Es una estrategia de unir lo menos conocido con lo más conocido.
Para recordar nombres también sirve la técnica de colgar información de nuestra lista de perchas. Primero se elige la percha de la cual vamos a colgar la información que queremos recordar. Luego se convierte en imagen la información que queremos recordar y finalmente se cuelga la imagen de la percha usando la acción como pegamento mental. Pero para el caso de los nombres, lo primero es usar una percha “visual”, que no es más que algo que nos llame la atención de la persona.
La gente con buena memoria no es gente excepcionalmente dotada. Es gente que inventa estrategias para fijar datos en su memoria. Desde 1981, Kevin Trudeau se dedica a explicar, con su ya famoso sistema de auto-aprendizaje que llama “Mega Memory”, que todos podemos aumentar nuestra capacidad de retención. Ese sistema adquiere ahora dimensión internacional al convertirse en un libro que con el mismo nombre publica la editorial estadounidense William Morrow and Company, Inc.
La idea central de Trudeau es que todos pensamos en imágenes, no palabras. Para demostrarlo, arranca con un pequeño y simple test. Si alguien menciona la palabra “elefante”, dice Trudeau, lo que aparece en nuestra mente es la imagen de una bestia inmensa con una larga trompa, y no las letras E-L-E-F-A-N-T-E. Eso es porque todos, y no solamente algunos afortunados como suele creerse, tenemos memoria fotográfica.
El sistema “Mega Memory” está pensado para enseñarnos a tomar las cosas que vemos, oímos y experimentamos y ponerlas en un cierto orden para poder recuperar esa información en el momento de necesitarla.
Las estrategias que describe son varias. La primera y más elemental es la asociación básica.
Asociar. La asociación básica es una simple técnica de recordación. Consiste en tomar algo que conocemos, como una letra del abecedario, y asociarla en forma lógica con lo que uno intenta recordar, como un nombre.
Con los números se puede hacer algo similar. Asociamos el número uno con el tronco de un árbol, por su parecido. De ahí en más, el número uno representa un árbol; asociamos el cuatro con un auto, por sus cuatro ruedas, el 12 con una docena de huevos y el 20 con un atado de cigarrillos.
Encadenar. Es la segunda estrategia que describe Trudeau. Como la mente trabaja con imágenes, para aumentar la memoria es preciso saber cómo crear y usar imágenes intensas. Y para eso hay que aprender a encadenar. Para hacerlo se crea una imagen de una cosa, una imagen de una segunda cosa y se conecta ambas de la forma más loca y descabellada posible. Por ejemplo imaginar un león de la selva caminando por una calle céntrica y envuelto en un abrigo de visón. Cuanto más absurda y ridícula la imagen, más tiempo permanecerá en nuestra memoria.
Colgar. Este es el procedimiento que constituye el núcleo del método Mega Memory, porque explica cómo hacer para almacenar información de modo tal de poder recuperarla más tarde. Hay cosas que no se olvidan más, como el nombre que tenemos. ¿Y por qué no se olvida? Porque se trata de información que está en la memoria de largo plazo; aunque intentáramos olvidarnos de nuestro nombre no lo lograríamos. En cambio, un número de teléfono que leemos por primera vez y luego guardamos va a parar a nuestra memoria de corto plazo. Allí no dura mucho, y por eso lo olvidamos.
Trudeau nos dice que para desarrollar una buena memoria hay que aprender a “colgar” un dato olvidable, de corto plazo, de la información almacenada en nuestro banco de memoria de largo plazo. Y llama “percha” a cada uno de esos pedacitos de memoria de largo plazo.
Hay que comenzar por poner las perchas en orden, porque la información contenida en la memoria de largo plazo, aunque imborrable, forma una masa desorganizada. Para eso, Trudeau aconseja crear dos listas de perchas. Una con las partes del cuerpo y otra con elementos de la casa.
Supongamos que tenemos que dar un discurso y queremos tener, no una guía escrita, sino una guía mental de todo lo que vamos a decir. Colgamos la primer idea que queremos desarrollar de la primera percha de una de las listas. Es una estrategia de unir lo menos conocido con lo más conocido.
Para recordar nombres también sirve la técnica de colgar información de nuestra lista de perchas. Primero se elige la percha de la cual vamos a colgar la información que queremos recordar. Luego se convierte en imagen la información que queremos recordar y finalmente se cuelga la imagen de la percha usando la acción como pegamento mental. Pero para el caso de los nombres, lo primero es usar una percha “visual”, que no es más que algo que nos llame la atención de la persona.