<p>De un lado se lo dibuja como un líder brillante y, como argumento, dicen que su talento inspiró a Apple a convertirse en la empresa mejor valuada de la historia. Del otro lo piensan arrogante y lleno de defectos, y que el éxito de Apple fue logrado a pesar de su arrogancia.</p>
<p>Como muchos líderes populares, Jobs tiende a polarizar opiniones. Los teóricos de las organizaciones tienden a conceptualizar el liderazgo de manera dicotómica: los psicólogos se centran en el comportamiento interpersonal (cómo un líder influencia a otros en la organización) y los académicos del management prefieren inclinarse en las capacidad para lograr nuevos negocios. Sin embargo, los dos enfoques son válidos y deberían leerse de manera complementaria.</p>
<p>Google se lo tomó en serio. Logró un análisis estadístico para determinar qué características son más efectivas en un ejecutivo. Esperaban establecer que la experiencia técnica sería el mayor atributo en una empresa de IT. Sin embargo los mejores jefes para los empleados eran aquellos que se tomaban tiempo para reuniones personales, ayudaban en los proyectos individuales y estaban al tanto de los problemas personales.</p>
<p>Deloitte también hizo un estudio semejante pero esta vez solo consultaron a inversionistas. Para ellos lo más importante en una empresa son, por supuesto, la actividad financiera pero también la capacidad de liderazgo. ¿Cómo miden esto último? La claridad de la estrategia, la habilidad que tuvieron para ejecutarla y la cultura de innovación que supieron propiciar.</p>
<p>Lo que dicen estos dos estudios es claro: entre los líderes compasivos y más personales y los que están más enfocados en la estrategia y las decisiones difíciles no hay dicotomía alguna. No son incompatibles. Se puede o no ser como Steve Jobs pero la efectividad de los líderes debería medirse de manera diferente: en definitiva, cómo pueden los líderes adaptarse a estos dos roles.</p>
<p> </p>
Steve Jobs: ¿un ejemplo de liderazgo?
¿Pueden los líderes duplicar el método Jobs? Hay opiniones a favor o en contra sobre el fundador de Apple: algunos ensalzan sus virtudes y otros se concentran en sus tiranías. Como Eco en sus ensayos se los puede dividir entre apocalípticos e integrados. O como dijo Ben Austen en un artículo de Wired: acólitos y rechazantes.