Sony en el epicentro del desastre

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La casualidad quiso que su CEO estuviera en Estados Unidos cuando se produjo la combinación terremoto-tsunami. Sin embargo, se pusieron de inmediato las estrategias de contingencia y – teniendo en cuenta las circunstancias – la empresa la sacó barata.

<p>Reunió información sobre varios departamentos – recursos humanos, comunicaciones, filantropía empresaria. Mientras tanto, el vicepresidente, Ryoji Chubachi, junto a otros dos gerentes a cargo de manufactura y logística trabajaban en Japón en rescatar a los empleados aislados.</p>
<p>En la mañana del sábado 12, mientras Stringer estaba en el hospital, Chubachi y su equipo, trabajando desde Tokyo entregaban agua, alimentos y otras necesidades a los trabajadores aislados usando helicópteros charteados. Cuando las aguas bajaron en los días subsiguientes, todos fueron rescatados.</p>
<p>Ya operado con éxito, Stringer volvió a su puesto de comando el domingo pasado para ayudar a concretar una donación de US$ 3,6 millones para esfuerzos de rescate. El problema actual de Stringer es cómo hacer para equilibrar las necesidades comerciales de Sony (la empresa tiene operaciones en 240 países y genera 80% de sus ingresos fuera de Japón – con las necesidades humanas de su personal japonés.</p>
<p>En el frente comercial, hay incendios por todas partes. No se sabe todavía si los puertos podrán alojar las exportaciones de Sony. Si los proveedores de componentes electrónicos de los que Sony depende están operativos ni va a costar el desastre a la compañía.</p>
<p>Pero en general, a pesar de la incierta situación nuclear mantiene altos los niveles de ansiedad, Sony parece haber escapado el terremoto y tsunami con relativamente pocas pérdidas. Sony tiene 41 fábricas en todo el mundo; de las ocho que tiene en Japón, dos ya han podido reanudar operaciones<br />
No murió ninguno de los empleados que estaban trabajando en el momento del terremoto y tsunami, y tampoco ninguno tiene heridas graves. Siguen los esfuerzos para contactar a aquellos que no estaban trabajando en ese momento.</p>
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<p>El d&iacute;a que se combinaron tsunami y terremoto para formar el mayor desastre japon&eacute;s de los &uacute;ltimos tiempos, el CEO de Sony, Howard Stringer, aterrizaba en Nueva York para someterse a una operaci&oacute;n en su columna vertebral. Un desplazamiento de disco lo alejar&iacute;a de su planta por un par de d&iacute;as.</p>
<p>Pero ocurri&oacute; el terremoto y Sony, que emplea a 60.000 personas en Jap&oacute;n, hab&iacute;a sufrido un golpe mortal. Inmediatamente Stringer orden&oacute; poner en marcha las estrategias de contingencia que la compa&ntilde;&iacute;a tiene preparadas para casos de crisis, pero pronto fue evidente que la magnitud de la tragedia estaba m&aacute;s all&aacute; de cualquier planificaci&oacute;n de contingencia. Hab&iacute;a una nueva cat&aacute;strofe en ciernes: la planta nuclear alcanzada por el terremoto, est&aacute; a s&oacute;lo 273km de las instalaciones centrales de Sony. &ldquo;Tratar con una cadena de desastres que uno a uno van creciendo es algo para lo que nadie puede estar preparado&rdquo;, dijo Stringer al New York Times.</p>
<p>Tohoku, la regi&oacute;n de Jap&oacute;n m&aacute;s afectada por los desastres naturales, es desde hace mucho tiempo una importante base de manufactura para Sony, que es el exportador de productos electr&oacute;nicos para el consumo m&aacute;s grande de Jap&oacute;n. Dos de los campos de la compa&ntilde;&iacute;a en esa &aacute;rea, una f&aacute;brica de discos Blu-ray y un laboratorio de investigaci&oacute;n y desarrollo sufrieron graves da&ntilde;os por inundaciones; unos 1.100 empleados quedaron atrapados en los pisos superiores.</p>
<p>Otras ocho f&aacute;bricas, dedicadas a hacer cosas como bater&iacute;as de litio y semiconductores l&aacute;ser, tambi&eacute;n quedaron paralizadas, en algunos casos por da&ntilde;o directo y en muchos otros por falta de energ&iacute;a.</p>
<p>Entrevistas con ejecutivos que pidieron anonimato porque la compa&ntilde;&iacute;a no hab&iacute;a dado la orden de hablar en p&uacute;blico, pintaron una fuerte respuesta de la compa&ntilde;&iacute;a, aliviada por algunos golpes de suerte.</p>
<p>Stringer posterg&oacute; su operaci&oacute;n 24 horas, lo cual le dio por lo menos todo un d&iacute;a despu&eacute;s del terremoto para capitanear los esfuerzos de recuperaci&oacute;n.</p>

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