Que exige productividad y máxima dedicación pero, ¿qué pasa con los tiempos de descanso? De acuerdo con un reciente estudio del portal de empleo Bumeran, el 86% de los argentinos dice sufrir de burnout, siendo un estado general de agotamiento físico, emocional y mental generado por situaciones de estrés crónico en el ámbito del trabajo. Esta cifra posiciona a los trabajadores argentinos como los que más sufren de esta condición en la región.
Ante este escenario, organizarnos bien es más que importante para contar con tiempo libre. Debemos reconocer el impacto positivo que implica en la salud física y mental tomarnos ese momento para distender de las exigencias cotidianas, logrando resultados positivos, incluso, en la productividad laboral.
En este camino, la Federación Internacional de Coaching (ICF, por sus siglas en inglés) propone hacernos algunas preguntas sobre el tiempo libre: ¿Cuándo fue la última vez que tuviste tiempo libre, (realmente tu tiempo)? ¿Fue planeado? ¿Fue espontáneo? ¿Cuáles eran los retos antes del tiempo libre? ¿Y después del tiempo libre?
De esta forma, podrás tomarte un momento para saber qué es lo que te gustaría hacer en ese tiempo libre: ya sea leer, tomar una siesta, cocinar algo rico, pasear a tu perro o, incluso, hacer un viaje. Una vez decidido, deberías proactivamente tomar acción para abordar todo aquello que podría interrumpir tu momento de descanso y evitar estar pensando en tus pendientes.
En definitiva, estas preguntas podrían impulsarte a encontrar distintas formas para lograr un balance entre el trabajo y tu vida personal, como propone la filosofía niksen de origen nórdico sobre “el arte de tener tiempo libre”. Para ellos, afirman, una mente que no se detiene no sirve de mucho, ya que se producen síndromes como burnout, trastorno de ansiedad y estrés.