No es el único, en realidad se está produciendo un éxodo importante de las personas que están a cargo de la compañía que revolucionó el negocio de los taxis en todo el mundo. En el último mes se fueron también el vicepresidente de mapas y negocios Brian McClendon, el vicepresidente de productos y crecimiento Ed Baker, el investigador de seguridad Charlie Miller, el ingeniero senior Amit Singhal y Gary Marcus, jefe de Inteligencia Artificial.. El CEO de Uber, Travis Kalanick, está contratando un COO (Chief Operation Officer, o director de ope
aciones) para que le ayude a superar esta tormenta. Tal vez necesite introducir más cambios. “Queremos agradecer a Jeff por sus seis meses en la compañía y le deseamos todo lo mejor,” dijo la compañía en un comunicado, El alejamiento de Jones no es, aparentemente, resultado directo de que la compañía esté buscando un nuevo COO, cargo que podría llegar a estar por encima del suyo, sino porque Uber no era “lo que él había imaginado”, según Recode.
Desde principios de este año, Uber tuvo varias semanas de muy mala prensa . En enero, más de 200.000 clientes se borraron de la aplicación como parte del movimiento #DeleteUber. Desde entonces, la compañía ha debido lanzar una investigación interna sobre su cultura del trabajo después de que una ex ingeniera publicó un blog post sobre el prejuicio de género y el acoso sexual que supuestamente sufrió mientras trabajó allí.
Uber, además ha sido demandada por su inversor, Google por supuesto uso de tecnología robada y tenía detalles de un programa diseñado para engañar a las autoridades publicado en las dos últimas semanas.Según Recode, la renuncia de Jones está “directamente ” relacionada con una serie de escándalos en la compañía.
Kalanick prometió encontrar un nuevo número dos que el ayude a superar los escándalos. Jones había sido contratado para manejar justamente eso. El rol de Jones como presidente significaba que estaba a cargo de las operaciones, marketing y apoyo al cliente en todo el mundo. Sin embargo, Jones tuvo unos meses difíciles, que incluyó una desastrosa sesión de preguntas y respuestas con los conductores que no hizo más que echar leña al fuego de la insatisfacción de éstos.
