La renta básica universal (RB) es el derecho que tiene todo ciudadano y residente acreditado a percibir una cantidad periódica que cubra, al menos, las necesidades vitales sin que por ello deba contraprestación alguna.
La Renta Básica es un ingreso pagado por el Estado, como derecho de ciudadanía, a cada miembro de pleno derecho o residente de la sociedad, incluso si este no trabaja de forma remunerada, y sin tomar en consideración si es rico o pobre. Dicho de otra forma, independientemente de cuáles sean sus otras posibles fuentes de renta, y sin importar con quien conviva.
Entre los defensores de la renta básica se encuentran economistas, filósofos, sindicalistas, políticos y, anecdóticamente, algunos empresarios. Precursores de la Renta básica fueron, entre otros, Thomas Paine (autor de Justicia agraria y promotor del dividendo de ciudadanía). Actualmente son defensores de la renta básica Daniel Raventós, Osmo Soininvaara, Jeremy Rifkin, Florent Marcellesi, Philippe Van Parijs, Juan Carlos Monedero, Ramón Espinar y Alejandro Bonet.
Una de las ventajas que esgrimen los defensores de la renta básica es que termina con los actuales desincentivos para trabajar. Donde no existe ingreso básico, la gente que recibe beneficios deja de percibirlos en el momento en que comienza a trabajar. Con la renta básica esto no ocurre.
La objeción más frecuente es la falta de reciprocidad, porque el ingreso básico no tiene condiciones. Desde esta perspectiva la RB tendría un efecto negativo sobre el incentivo para trabajar y la oferta de trabajo.
Ciertamente, la RB pretende ser un instrumento más de un modelo económico alternativo que esté centrado en la calidad de vida de la gente, y no tanto es aspectos cuantitativos. Por eso serviría para visibilizar el trabajo que no es empleo y permitiría crear espacios donde se pudieran desarrollar economías alternativas alejadas de la lógica del capitalismo liberal. En ese sentido, podría contribuir a una sociedad más sostenible ecológicamente.
En 2014 se presentó en España una Iniciativa Legislativa Popular por la Renta Básica que está, a día de hoy, en fase de tramitación.José Luis Rey, uno de los promotores de esta iniciativa en España, explica la posición de defensores y detractores. Uno de los efectos positivos para los defensores, dice, es que evitaría desvalorizar nuestra capacidad de trabajo, al no tener que aceptar condiciones deplorables. En efecto, la RB en economías capitalistas financieras como la actual permitiría reequilibrar un poco el trabajo y el capital. Ese equilibrio, que de alguna forma se dio durante la época del desarrollo de los Estados de bienestar en Europa, desde los años 90 se ha roto. La renta básica busca empoderar al trabajador para poder decir no a condiciones laborales degradantes e indignas.
Por su parte los detractores de la RBU (renta básica universal) dicen que trabajaría menos gente porque en principio la RB cubriría esas necesidades básicas. ¿Para qué más podrían pensar muchos ciudadanos? En esta pregunta se incurre en la falacia de entender que el único trabajo que existe es el empleo. El empleo es un concepto mercantil, son aquellas actividades que se realizan y que el mercado a cambio gratifica con un salario. Pero el trabajo no es solo eso. Trabajo es toda aquella actividad que se lleva a cabo con nuestras capacidades intelectuales y físicas y que permite interaccionar con la sociedad. Frente a un concepto productivo de trabajo, hay que reivindicar uno reproductivo. Y en nuestras sociedades puede que no haya empleo, pero hay mucho trabajo. La renta básica permitiría disponer de tiempo libre para todo ese trabajo. Además, tenemos que pensar que el pleno empleo es un mito que nunca existió y nunca va a existir. Y que hoy se hace necesario un reparto del empleo y un reparto también del trabajo. La RB haría posible ese reparto.