Se desató una feroz pelea en el interior de Wells Fargo, que se suma a las presiones de Washington y a la indignación del público y que ha provocado que al presidente y CEO John Stumpf se le incauten US$ 41 millones en capital.
Los miembros independientes del directorio del banco están furiosos con Stumpf por su manejo del escándalo sobre prácticas de ventas que llevó a un acuerdo de US$ 185 millones con reguladores y audiencia en el Congreso. El directorio dice que no sabía nada; en el campo de Stumpf afirman que estaba al tanto y que ahora arrojan a Stumpft a los leones.
Un vocero de Wells Fargo dijo a CNBC en un email que “la compañía apoya plenamente la decisión de los directores independientes sobre responsabilidad ejecutiva y la iniciación de una investigación independiente de nuestras prácticas de venta. Nuestro equipo gerencial va a cooperar plenamente y está dedicado a fortalecer nuestra cultura y a tomar las medidas que haga falta para asegurar que esta conducta no se repita.”.
El directorio anunció ayer que ha “iniciado una investigación independiente” sobre el asunto. Además, Stumpf no cobrará su salario hasta que no finalice la investigación.