En abril de 2001, Industry Canada, entidad gubernamental similar al Departamento de Comercio de los Estados Unidos, invitó al público a opinar sobre una propuesta para legalizar el uso de una tecnología que sirve para bloquear los teléfonos celulares en zonas públicas. Actualmente, sólo las agencias de seguridad pública y de aplicación de la ley utilizan esta tecnología.
Los dispositivos de bloqueo son ilegales en la mayoría de los países, excepto en Japón e Israel y tal vez próximamente en Canadá. Pero éste no será el último país que se sume a tomar estas medidas drásticas, ya que varios países y la industria privada desean encontrar la forma de controlar el uso y abuso de más de 1.250 millones de teléfonos celulares en todo el mundo.
La industria se postula en contra de los “dispositivos de bloqueo”
Sin duda, la industria de los inalámbricos se opone firmemente a que se legalice la tecnología del bloqueo. A algunos les preocupa el hecho de que el usuario de un celular no pueda hacer una llamada de emergencia por tener el teléfono bloqueado.
Otros aseguran que estos dispositivos son ilegales y que nada de esto debería cambiar. Además, agregan que la educación y la desaprobación pública son métodos más efectivos para frenar esta conducta desconsiderada. Marc Choma, director de comunicaciones de Canadian Wireless Telecommunicacions Association comentó a Business 2.0 que “la tecnología de inalámbricos es relativamente nueva, lo que significa que a la larga el público determinará dónde es aceptable usar teléfonos celulares y dónde no”.
Público apoya el control
LetsTalk.com explica a la asociación industrial lo que opina el público. Esta compañía encomendó a la empresa investigadora, Wirthlin Worldwide, un estudio sobre la conducta y actitud respecto de los teléfonos celulares en Estados Unidos. La investigación determinó que 41% de los propietarios de teléfonos celulares opina que, gracias a estos aparatos, ahorra tiempo; 29% considera que son un “mal necesario”; 26% posee celulares, pero casi no los usa; y 3% admite ser “adicto” al teléfono celular.
En cuanto al control en el uso de los teléfonos celulares, 57% de los consultados opina a favor de prohibirlos en aulas, teatros y restaurantes. Además, 45% se postula a favor de que no se permita hablar por teléfono mientras el usuario conduce; 52% se opone. Algunas jurisdicciones evalúan la posibilidad de prohibir el uso de celulares en áreas de transporte público. De los consultados, 63% objeta esta medida; 34% está a favor.
La industria responde
Pese a que todavía no se promulgó una ley al respecto, ya se ven carteles con inscripciones como “No a los celulares” en restaurantes, teatros, iglesias y otros lugares por los que circula mucha gente.
En vista de que la gente exige un poco de respeto en el uso de los teléfonos celulares, las empresas se esfuerzan por brindar soluciones tecnológicas.
· BlueLinx, ubicada en Carolina del Norte, desarrolla un software llamado Q-zone, que, con el permiso de los usuarios, apagará la campanilla del teléfono y activará automáticamente un mecanismo de vibración en áreas designadas.
· Zetron, con sede en Redmond, Washington, produce un dispositivo que sirve para detectar teléfonos celulares a 30 metros. El detector activa una alarma, envía un mensaje de voz a altoparlantes o señales a los guardias de seguridad más cercanos.
· Netline, Israel, fabrica un aparato para bloquear teléfonos celulares, llamado C-Guard Cellular Firewall. Este dispositivo es ilegal en muchos países.
Consecuencias de esta tendencia
Ciertamente, continuarán los intentos por silenciar el ruido molesto de teléfonos, beepers, timbres y – sobre todo – de conversaciones privadas. Si bien el apoyo público ayudará a establecer cierto control, la aprobación de una ley facilitará el acatamiento de estas medidas. La industria de inalámbricos ofrecerá soluciones tecnológicas para todos los gustos.
En abril de 2001, Industry Canada, entidad gubernamental similar al Departamento de Comercio de los Estados Unidos, invitó al público a opinar sobre una propuesta para legalizar el uso de una tecnología que sirve para bloquear los teléfonos celulares en zonas públicas. Actualmente, sólo las agencias de seguridad pública y de aplicación de la ley utilizan esta tecnología.
Los dispositivos de bloqueo son ilegales en la mayoría de los países, excepto en Japón e Israel y tal vez próximamente en Canadá. Pero éste no será el último país que se sume a tomar estas medidas drásticas, ya que varios países y la industria privada desean encontrar la forma de controlar el uso y abuso de más de 1.250 millones de teléfonos celulares en todo el mundo.
La industria se postula en contra de los “dispositivos de bloqueo”
Sin duda, la industria de los inalámbricos se opone firmemente a que se legalice la tecnología del bloqueo. A algunos les preocupa el hecho de que el usuario de un celular no pueda hacer una llamada de emergencia por tener el teléfono bloqueado.
Otros aseguran que estos dispositivos son ilegales y que nada de esto debería cambiar. Además, agregan que la educación y la desaprobación pública son métodos más efectivos para frenar esta conducta desconsiderada. Marc Choma, director de comunicaciones de Canadian Wireless Telecommunicacions Association comentó a Business 2.0 que “la tecnología de inalámbricos es relativamente nueva, lo que significa que a la larga el público determinará dónde es aceptable usar teléfonos celulares y dónde no”.
Público apoya el control
LetsTalk.com explica a la asociación industrial lo que opina el público. Esta compañía encomendó a la empresa investigadora, Wirthlin Worldwide, un estudio sobre la conducta y actitud respecto de los teléfonos celulares en Estados Unidos. La investigación determinó que 41% de los propietarios de teléfonos celulares opina que, gracias a estos aparatos, ahorra tiempo; 29% considera que son un “mal necesario”; 26% posee celulares, pero casi no los usa; y 3% admite ser “adicto” al teléfono celular.
En cuanto al control en el uso de los teléfonos celulares, 57% de los consultados opina a favor de prohibirlos en aulas, teatros y restaurantes. Además, 45% se postula a favor de que no se permita hablar por teléfono mientras el usuario conduce; 52% se opone. Algunas jurisdicciones evalúan la posibilidad de prohibir el uso de celulares en áreas de transporte público. De los consultados, 63% objeta esta medida; 34% está a favor.
La industria responde
Pese a que todavía no se promulgó una ley al respecto, ya se ven carteles con inscripciones como “No a los celulares” en restaurantes, teatros, iglesias y otros lugares por los que circula mucha gente.
En vista de que la gente exige un poco de respeto en el uso de los teléfonos celulares, las empresas se esfuerzan por brindar soluciones tecnológicas.
· BlueLinx, ubicada en Carolina del Norte, desarrolla un software llamado Q-zone, que, con el permiso de los usuarios, apagará la campanilla del teléfono y activará automáticamente un mecanismo de vibración en áreas designadas.
· Zetron, con sede en Redmond, Washington, produce un dispositivo que sirve para detectar teléfonos celulares a 30 metros. El detector activa una alarma, envía un mensaje de voz a altoparlantes o señales a los guardias de seguridad más cercanos.
· Netline, Israel, fabrica un aparato para bloquear teléfonos celulares, llamado C-Guard Cellular Firewall. Este dispositivo es ilegal en muchos países.
Consecuencias de esta tendencia
Ciertamente, continuarán los intentos por silenciar el ruido molesto de teléfonos, beepers, timbres y – sobre todo – de conversaciones privadas. Si bien el apoyo público ayudará a establecer cierto control, la aprobación de una ley facilitará el acatamiento de estas medidas. La industria de inalámbricos ofrecerá soluciones tecnológicas para todos los gustos.