<p>Masaaki Imai cree que el error de muchos movimientos de calidad estuvo en que se dedicaron a conseguir una “etiqueta de certificación”. Persiguieron el aspecto formal sin ir al fondo del asunto, que es realizar una limpieza profunda de procesos redundantes, no eliminaron lo que el denomina desperdicios (en japonés, “muda”).<br />
Para esa eliminación de desperdicios hace falta, dice, nada más sofisticado que el sentido común. El sentido común y la correcta motivación de las personas deberían bastar para permitir una paulatina mejora en los procesos de trabajo. Ésa es la posición “oriental” que destacó recientemente Imai en una visita a Portugal, contraponiéndola a las estrategias de tipo “occidental” que requieren mucho dinero y la aplicación de tecnología.<br />
Imai fue el creador del concepto 'kaizen' (“<em>Kai</em>”, cambio y “<em>zen</em>”, para mejor). De esa conjunción nació una estrategia minuciosa de mejoras graduales implementadas continuamente, que los japoneses consideran como el fundamento de su 'milagro' industrial de la pos-guerra.</p>
<p>La teoría se hizo pública en 1986 en un libro que Imai tituló "Kaizen-The Key to Japan’s Competitive Success" y fue, en realidad, una especie de paraguas que cobijó prácticas ya conocidas como el “<em>Just in time</em>” o el control de calidad total.<br />
Al hacer esta combinación de piezas ya conocidas, Imai creó una filosofía y le puso marca.</p>
<p><strong>Lo que falla</strong><br />
Muchas veces ocurre que los premios de calidad (como el famoso Premio Demming) o las etiquetas de certificación no garantizan éxito. Las personas descubren después que tienen que encaminarse hacia algo que deberían haber hecho previamente, que debería ser una pre-condición: combatir el desperdicio, o sea todo lo que no agrega valor", dice.</p>
<p> "El principal error de muchos profesionales y consultores de la calidad es depender demasiado de la tecnología o de herramientas sofisticadas, de las estadísticas, de los programas de computación, de los cuadros complejos que sólo un pequeño grupo selecto puede comprender”.</p>
En síntesis, para Imai el 'kaizen' apuesta a un esfuerzo continuado, en soluciones económicas basadas en el ingenio de las personas, en el que todos se involucran y en la idea central de la guerra al desperdicio. “Eso exige que lavarse las manos varias veces por día", agrega con humor.
¿Qué pasó con los movimientos de calidad?
Masaaki Imai, el ideólogo de la mejora continua (Kaizen en japonés) aboga por una gestión económica con sentido común.