lunes, 23 de diciembre de 2024

¿Qué evitar para ser un buen líder?

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Los líderes en las compañías juegan un rol fundamental. ¿Qué tiene se tiene que evitar para ser un buen líder?

Ya sea que se trate de un gerente, un ejecutivo senior o incluso un trabajador de Recursos Humanos o un emprendedor novato. El trabajo de estas personas en mayor y menor medida en ser líderes. Y también elegir a los líderes del futuro, como cuando se escoge a alguien para ascenderlo. ¿Cómo saber qué hace a un buen líder? O más importante, ¿qué no hay que hacer para ser un buen líder?

No ser empático

No existe liderazgo eficaz sin el respeto de a quienes se lidera. La empatía, el ponerse en los zapatos del otro, es una habilidad útil pero también ineludible en un buen líder. La falta de empatía no ayuda a crear lazos con los demás y restringe la libertad de acción y planificación del líder. ¿Cómo vamos a pedir que se trabaje más este semestre si jamás escuchamos los reclamos de nuestros seguidores? Saber entender al otro es una forma de solucionar mejor los problemas y de crear vínculos de mutuo respeto y reciprocidad.

Tener miedo al cambio

Cuando la cosa va mal, se necesita un cambio. Y cuando se necesita un cambio todos miran al líder. Saber decidir cuándo hay que cambiar la estrategia o el enfoque de un proyecto no sirve de nada si no se tiene la valentía para hacerlo. Los buenos líderes no tienen miedo al cambio porque saben que es la única constante. Y los buenos líderes son los que minimizan el aspecto dañino o doloroso del cambio y maximizan los aspectos beneficiosos y placenteros.

La indecisión

El líder tiene quizás más libertades que los demás miembros de un equipo de proyecto, por ejemplo, pero también más responsabilidad. Es por esto que el líder es quien decide y ejecuta esas decisiones. Por eso la indecisión es un rasgo inadmisible en un buen líder. No se trata de ser mandón o autoritario, sino de ser la cabeza fría del grupo que tiene que tomar las decisiones difíciles y hacerse cargo de los resultados. Piénsese las decisiones, pero no eternamente.

No ser humilde

Posiblemente humilde no sea la palabra que mejor describe esta actitud, pero se trata de no ser un líder que acapara todas las tareas y asfixia a sus compañeros. A simple vista parece que el líder que está encima del proyecto y al tanto de cada micro movimiento de sus seguidores es un buen líder, pero bien podría ser todo lo contrario. Nadie confía en alguien si no es recíproco. La falta de humildad también aparece cuando el líder cree que reconocer errores es un indicador de debilidad. Pero mostrarle a los demás que errar es humano y que es mejor expresarlos abiertamente puede incentivar a otros a hacer lo mismo. Y eso puede ahorrar más de un dolor de cabeza en el futuro.

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