En un mundo en donde la innovación y la tecnología crecen a nivel exponencial, es importante reconocer que la cultura de trabajo ha mutado hacia una concepción mucho más horizontal. Teniendo en cuenta que las nuevas generaciones son más transparentes y colaborativas, la cultura abierta libera el potencial de los equipos de trabajo.
Según un estudio de Deloitte sobre las Tendencias Mundiales de Capital Humano de 2021, las organizaciones actuales necesitan que su fuerza laboral se adapte al cambio constante del contexto actual, como así también sepan reinventarse frente a la nueva dinámica de trabajo. Sin lugar a dudas, hoy en día la pieza clave para resolver este desafío es un modelo de liderazgo “abierto”, basado en la colaboración, la descentralización y la confianza e independencia de los asociados.
El Open Management, o Gestión Abierta, consiste en un trabajo participativo entre los líderes y los asociados, dentro del cual la totalidad de los miembros del equipo asumen un rol más activo en los negocios. Se trata de un modelo que busca empoderar a los asociados a través del ejemplo, escuchando y respondiendo a sus ideas, modos de pensar y diversos enfoques.
Este nuevo tipo de gestión genera líderes que son capaces de enseñar y aprender de sus empleados, que saben reconocer sus limitaciones, recompensar a los miembros de sus equipos, y que apuestan a la inversión en desarrollo personal y profesional para sus asociados. Un líder abierto se maneja siempre con transparencia, explicando cómo se arribó a una decisión a través de feedback directo y constructivo. Por lo general, el equipo acaba inspirándose en la visión del gerente y lo sigue en forma voluntaria y leal, incluso, cuando la empresa atraviesa dificultades.
En Red Hat, hace años que ponen en práctica y recomiendan dicho modelo. Desde la empresa consideran que el Open Management combina las metodologías regulares de trabajo implementadas en una organización con los modelos de trabajo provistos por las comunidades de desarrolladores, las cuales son más propensas a la flexibilidad organizacional y capacidad de adaptación. En este sentido, Javier Carrique, Director Comercial de Red Hat sostiene: “Sólo implementando prácticas de gestión abiertas se pueden enfrentar las incertidumbres del futuro, y al mismo tiempo, abrir paso a la innovación y al desarrollo del negocio de forma más rápida, eficaz y sustentable”.
En definitiva, la Gestión Abierta se posiciona como una de las mejores maneras de encauzar la cultura colaborativa de una empresa, siendo el elemento crucial para poder repensar y mejorar las bases de una entidad. La combinación de un liderazgo abierto que atienda las necesidades de los empleados, con foco en el bienestar y cuidado de los talentos de la organización, es clave para lograr los mejores resultados y alcanzar los objetivos del negocio.