Incluir información cualitativa en los informes financieros contribuye al éxito de las empresas, considera dos tercios de Ceos del mundo, según el último reporte de PwC.
Informar a los accionistas solamente el estado financiero de una empresa ya no es suficiente en el complejo mundo de hoy.
Existen factores externos que impactan en el desempeño de la compañía, y un reporte estrictamente financiero no puede advertir sobre riesgos ni oportunidades.
Por ello, una nueva tendencia comienza a registrarse en el mundo corporativo: los reportes anuales de las empresas están dejando de ser estrictamente financieros.
Cada vez más se están elaborando informes integrados que no sólo incorporan información dura, sino también datos de contexto, tanto específicos del negocio como generales del entorno en el que la compañía opera, con el objetivo de brindar al inversor u otros grupos de interés una comprensión más clara del negocio.
Estos datos y los que se presentan a continuación provienen del estudio Reporte Integrado, elaborado por PwC a partir, entre otras publicaciones, de su Encuesta Anual Global de Ceos 2014 en la que participaron 1.344 Ceos de 68 países del mundo.
El 74% de los encuestados se manifestó a favor de los reportes integrados y considera que medir e informar sobre los impactos no financieros contribuye al éxito de la compañía, ya que ayuda a alinear los objetivos de corto y largo plazo.
Tanto en América latina como a nivel internacional, firmas de todo el espectro económico están implementando estos reportes. Éstas analizan y luego comunican cómo ciertos factores externos –incluyendo las tendencias globales– impactan en su estrategia y cómo los aspectos financieros y los no financieros se relacionan.
Los ejecutivos consideran que las principales tendencias globales que transformarán su negocio en los próximos años son los avances tecnológicos (81%), los cambios demográficos (60%), los cambios en el poder económico global (59%), la escasez de recursos y el cambio climático (46%), la urbanización (40%).
El reporte integrado busca mostrar a sus distintos públicos cómo la estrategia corporativa y el gobierno de la empresa, junto con las perspectivas que emergen del contexto externo, se combinan para crear valor.
En la actualidad, los inversores y otros grupos de interés reclaman una visión más clara de la estrategia y los riesgos de una compañía, más allá de lo que los números de los reportes financieros cuentan.
El reporte integrado contribuye no sólo a transparentar la información que se le brinda al accionista sino que también fortalece el trabajo en equipo y la comunicación interna ya que para prepararlo deben colaborar los distintos sectores de la empresa.
No se trata exclusivamente de un informe de la gerencia de Administración y Finanzas, sino que reúne información de las áreas de Sostenibilidad, Gobierno Corporativo, Marketing, Operaciones, etc. que, en conjunto, desarrollan métricas relacionadas con la estrategia general.
Las empresas que implementan estos reportes aseguran que crea una mejor comunicación entre los departamentos responsables de la estrategia, los controles y las relaciones con los inversores.
Asimismo, afirman que los líderes de la compañía cuentan con información más consistente y confiable que los puede ayudar a tomar decisiones más sólidas y estratégicas.
Para elaborar un reporte integrado eficaz, el estudio de PwC sugiere partir de preguntas tales como qué tan bien se comunica a los distintos interesados cómo los factores no financieros influyen en la forma en que la empresa crea valor, o cuáles son los riesgos no financieros más críticos y las oportunidades existentes. Es decir que las empresas deberán pasar de preguntarse cómo fue su performance financiera en el último año a cuestionarse cómo crea valor en el corto, mediano y largo plazo o cuáles son las amenazas externas al negocio.
Sergio Cravero, socio de PwC, asegura: “el desarrollo de un pensamiento integrado dentro de las organizaciones, que permita la comunicación de reportes integrados, no es solo una tendencia o una herramienta de comunicación. Es una ventaja competitiva en la búsqueda de inversiones de capital, así como la oportunidad concreta de las compañías de reconstruir la confianza del público en ellas, brindándoles información clara, confiable y relevante sobre cómo crearán valor en forma sustentable”.