jueves, 26 de diciembre de 2024

Pensar la venta en forma inalámbrica

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La comunicación inalámbrica puede cambiar la manera en que la gente recibe y responde a los mensajes de marketing, incluso mucho más que Internet.

Es casi mediodía. Tiene hambre pero no sabe qué quiere comer. Sale de su oficina, en pleno centro de la ciudad. De repente, suena su celular para avisarle que tiene un mensaje de texto…

Es del McDonald’s de la otra cuadra, que le ofrece un descuento de $ 0,50 en el Big Mac. Termina comiendo una hamburguesa y papas fritas.

Vuelve al trabajo y lo llama su esposa para pedirle que pase por el supermercado antes de volver a casa. Mientras busca el jabón en las góndolas, un display electrónico le recomienda: pruebe el nuevo Dove. Pida su cupón para llevarse uno gratis con su compra.

Entonces, toma su Palm X –el último modelo–, lo apunta al display y baja el cupón en una fracción de segundo.

A la hora de pagar, pone el celular junto al scanner y la cuenta se debita directamente a su tarjeta de crédito.

Mientras va conduciendo de vuelta a casa, la computadora del auto suena con un recordatorio: debe cambiar el aceite, y a cinco cuadras hay un Jiffy Lube. ¿Quiere pedir un turno? Mañana, responde.

¿Todo esto parece exagerado?

No lo es para muchísimas compañías que creen que la comunicación inalámbrica puede cambiar la manera en que la gente recibe y responde a los mensajes de marketing, incluso mucho más que Internet.

“El futuro es inalámbrico”, dice David Stern, ex vicepresidente del Centro de Marca Interactivo de Unilever y nuevo CEO de un sitio de belleza que está desarrollando la compañía.

Palm, la fabricante de las agendas electrónicas inalámbricas Palm, ya ofrece una serie de servicios a través de Palm.net, su sistema de acceso inalámbrico a Internet, que incluye el rastreo de paquetes enviados por Federal Express e información sobre los vuelos de American Airlines.

Pero el gran cambio se producirá cuando existan más vías inalámbricas de acceso a la Web y una base mucho mayor de usuarios.

El año pasado, había en Estados Unidos 3,6 millones de abonados a servicios inalámbricos con capacidades de navegación por la Web, según las estimaciones de International Data Corp.

Para 2003, IDC calcula que habrá más de 40 millones. Estos dispositivos incluyen versiones para la Web de teléfonos inalámbricos y agendas electrónicas Palm y Windows CE.

El marketing inalámbrico ofrece nuevas oportunidades para compañías que no han encontrado en la publicidad por Internet el entorno adecuado.

“Los dispositivos inalámbricos brindan la posibilidad de estar muy cerca de un punto de compra, algo que no es posible con la Web”, señala Sharon Katz, directora de medios de Modem Media-Poppe Tyson.

“La comunicación inalámbrica permitirá al consumidor obtener la solución donde más la necesita”, señala Stern, “en lugar de forzarlo a ingresar a un entorno artificial y sentarse frente a una PC para poder encontrarla”.
Qualcomm, una de las principales proveedoras de tecnología para teléfonos inalámbricos, también se prepara para actuar en la publicidad inalámbrica.

El mes pasado, comenzó a vender espacio publicitario en Eudora, su software de administración de correo electrónico. En enero, Qualcomm pagó US$ 1.000 millones por SnapTrack, que ofrece tecnología capaz de rastrear la ubicación de dispositivos inalámbricos.

Qualcomm ya fabrica una versión de Eudora (sin avisos) que funciona con los dispositivos Palm. Si se mezclan y combinan las posibilidades, dicen los ejecutivos de Qualcomm, es posible que Eudora pueda ofrecer avisos y contenidos dirigidos geográficamente a dispositivos inalámbricos.

Generalmente, la gente toma decisiones sobre el mantenimiento del auto cuando está manejando, y no cuando está en su casa frente a la computadora, argumenta Gary Lillian, vicepresidente de la firma Jiffy Lube.

El marketing a través de los teléfonos celulares “encaja perfectamente con nuestra estrategia de llegar con mensajes relevantes a los consumidores”, señala.

La división Oldsmobile, de General Motors, se convirtió en la primera automotriz con un sitio para usuarios del servicio Palm.net que les permite ubicar a la concesionaria más cercana o comparar modelos sin tener que usar la computadora.

Oldsmobile lanzó un sorteo a través de Giant Step, para promocionar el nuevo servicio, los premios era 10 dispositivos Palm VII.

El principal aporte de los dispositivos inalámbricos al marketing –la capacidad de llegar al consumidor en el punto en el que se genera la necesidad– también podría ser su mayor desafío.

La Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos ya ha protestado contra el e-mail basura. La idea de recibir un mensaje de marketing no deseado en un teléfono celular puede ser aún más irritante.

“No nos imaginamos que alguna vez llegue el momento en el que alguien pase por un comercio y suene espontáneamente el teléfono para avisarle cuáles son las ofertas”, dice Eric Winkler, de Vicinity, una firma que vende servicios de guías comerciales para plataformas inalámbricas.

Es casi mediodía. Tiene hambre pero no sabe qué quiere comer. Sale de su oficina, en pleno centro de la ciudad. De repente, suena su celular para avisarle que tiene un mensaje de texto…

Es del McDonald’s de la otra cuadra, que le ofrece un descuento de $ 0,50 en el Big Mac. Termina comiendo una hamburguesa y papas fritas.

Vuelve al trabajo y lo llama su esposa para pedirle que pase por el supermercado antes de volver a casa. Mientras busca el jabón en las góndolas, un display electrónico le recomienda: pruebe el nuevo Dove. Pida su cupón para llevarse uno gratis con su compra.

Entonces, toma su Palm X –el último modelo–, lo apunta al display y baja el cupón en una fracción de segundo.

A la hora de pagar, pone el celular junto al scanner y la cuenta se debita directamente a su tarjeta de crédito.

Mientras va conduciendo de vuelta a casa, la computadora del auto suena con un recordatorio: debe cambiar el aceite, y a cinco cuadras hay un Jiffy Lube. ¿Quiere pedir un turno? Mañana, responde.

¿Todo esto parece exagerado?

No lo es para muchísimas compañías que creen que la comunicación inalámbrica puede cambiar la manera en que la gente recibe y responde a los mensajes de marketing, incluso mucho más que Internet.

“El futuro es inalámbrico”, dice David Stern, ex vicepresidente del Centro de Marca Interactivo de Unilever y nuevo CEO de un sitio de belleza que está desarrollando la compañía.

Palm, la fabricante de las agendas electrónicas inalámbricas Palm, ya ofrece una serie de servicios a través de Palm.net, su sistema de acceso inalámbrico a Internet, que incluye el rastreo de paquetes enviados por Federal Express e información sobre los vuelos de American Airlines.

Pero el gran cambio se producirá cuando existan más vías inalámbricas de acceso a la Web y una base mucho mayor de usuarios.

El año pasado, había en Estados Unidos 3,6 millones de abonados a servicios inalámbricos con capacidades de navegación por la Web, según las estimaciones de International Data Corp.

Para 2003, IDC calcula que habrá más de 40 millones. Estos dispositivos incluyen versiones para la Web de teléfonos inalámbricos y agendas electrónicas Palm y Windows CE.

El marketing inalámbrico ofrece nuevas oportunidades para compañías que no han encontrado en la publicidad por Internet el entorno adecuado.

“Los dispositivos inalámbricos brindan la posibilidad de estar muy cerca de un punto de compra, algo que no es posible con la Web”, señala Sharon Katz, directora de medios de Modem Media-Poppe Tyson.

“La comunicación inalámbrica permitirá al consumidor obtener la solución donde más la necesita”, señala Stern, “en lugar de forzarlo a ingresar a un entorno artificial y sentarse frente a una PC para poder encontrarla”.
Qualcomm, una de las principales proveedoras de tecnología para teléfonos inalámbricos, también se prepara para actuar en la publicidad inalámbrica.

El mes pasado, comenzó a vender espacio publicitario en Eudora, su software de administración de correo electrónico. En enero, Qualcomm pagó US$ 1.000 millones por SnapTrack, que ofrece tecnología capaz de rastrear la ubicación de dispositivos inalámbricos.

Qualcomm ya fabrica una versión de Eudora (sin avisos) que funciona con los dispositivos Palm. Si se mezclan y combinan las posibilidades, dicen los ejecutivos de Qualcomm, es posible que Eudora pueda ofrecer avisos y contenidos dirigidos geográficamente a dispositivos inalámbricos.

Generalmente, la gente toma decisiones sobre el mantenimiento del auto cuando está manejando, y no cuando está en su casa frente a la computadora, argumenta Gary Lillian, vicepresidente de la firma Jiffy Lube.

El marketing a través de los teléfonos celulares “encaja perfectamente con nuestra estrategia de llegar con mensajes relevantes a los consumidores”, señala.

La división Oldsmobile, de General Motors, se convirtió en la primera automotriz con un sitio para usuarios del servicio Palm.net que les permite ubicar a la concesionaria más cercana o comparar modelos sin tener que usar la computadora.

Oldsmobile lanzó un sorteo a través de Giant Step, para promocionar el nuevo servicio, los premios era 10 dispositivos Palm VII.

El principal aporte de los dispositivos inalámbricos al marketing –la capacidad de llegar al consumidor en el punto en el que se genera la necesidad– también podría ser su mayor desafío.

La Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos ya ha protestado contra el e-mail basura. La idea de recibir un mensaje de marketing no deseado en un teléfono celular puede ser aún más irritante.

“No nos imaginamos que alguna vez llegue el momento en el que alguien pase por un comercio y suene espontáneamente el teléfono para avisarle cuáles son las ofertas”, dice Eric Winkler, de Vicinity, una firma que vende servicios de guías comerciales para plataformas inalámbricas.

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