Paternidad y empresas: Involucrarse en el hogar

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El 95% de los padres reconoce haber desarrollado habilidades en el ambiente laboral que pueden transferir a sus hogares y viceversa.

Resultados de la investigación sobre el nuevo rol de los padres.

Fue el resultado de una alianza entre el Centro Conciliación Familia y Empresa del IAE Business School, el Centro de Innovación y Comunicación de la Facultad de Comunicación de la Universidad Austral y el Instituto de la Familia de la Universidad Internacional de Cataluña.

“El protagonismo de una nueva paternidad: dilemas visibles y recompensas invisibles”, que se realizó como parte del Primer Foro Internacional Empresa, Cultura y Sociedad organizado por la Universidad Austral, sirvió para compartir los resultados de la investigación Paternidad & Empresas: dilemas visibles y recompensas invisibles.

Realizada inicialmente en España, Israel y México, y replicada por CONFyE en Argentina, en alianza con el Centro de Innovación y Comunicación de la Facultad de Comunicación de la Universidad Austral, y el Instituto de la Familia de la Universidad Internacional de Cataluña, la investigación arrojó resultados que permitieron identificar qué experimentan los padres en relación al enriquecimiento entre trabajo y familia y sobre la percepción del apoyo a su paternidad por parte de las empresas.

Para el estudio se entrevistaron 40 líderes, padres con una edad promedio de 42 años, y entre sus conclusiones se evidencia la importancia que le dan a la familia y la influencia que tiene en sus vidas.

“El hecho de que el padre se involucre en casa tiene un impacto positivo en los hijos, favoreciendo un mayor desarrollo cognitivo, emocional y social, reduciendo problemas conductuales y mejorando sus resultados académicos, además de contribuir a una mejor estabilidad familiar y matrimonial, y facilitando una mayor participación de la mujer en el mercado laboral y en un reparto más equitativo de las responsabilidades laborales y domésticas. Si bien son muchas las ventajas, queda camino por recorrer para superar las barreras conscientes e inconscientes que limitan ese pleno involucramiento de los padres” afirmó Patricia Debeljuh, Directora del Centro de CONFyE.

La investigación muestra los dilemas visibles y las recompensas invisibles que hay detrás de este nuevo protagonismo de los padres a partir de entender el enriquecimiento que se da entre trabajo y familia.

“El enriquecimiento trabajo-familia refiere a que las personas pueden desarrollar habilidades en el trabajo que se pueden transferir al hogar, y a la inversa”, explicó Marc Grau-Grau, Investigador de la Universidad Internacional de Cataluña. En Argentina, el 90% de los entrevistados percibieron un enriquecimiento alto o moderado del trabajo a la familia, y el 95% un enriquecimiento de igual grado, pero de la esfera familiar a la laboral.

Por otro lado, el 47% de los entrevistados indicó que las empresas en las que se desempeñan tienen una cultura que apoya a la familia, mientras que el 50% manifestó que las empresas cuentan con políticas, pero no son bien vistas por los jefes, y solo hay un 3% que no perciben a la empresa comprometida en este sentido.

Se señaló además la existencia de diferentes tipos de colaboradores: los segmentadores, que separan ambos roles, y que resultaron ser el 37,5%, los integradores (entre el ámbito familiar y laboral) en el que se identificó un 40%, y los volleyer correspondiente a un 22,5% que mantiene una estrategia de separación en un ámbito y de integración en el otro.

El estudio compartido demostró, entre otros hallazgos, que la vida familiar ofrece diversas oportunidades de aprendizaje y desarrollo de habilidades para el padre trabajador (y viceversa), y que resulta clave para el trabajador no disociar la vida familiar de la laboral.

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