Con idea de corregir ese problema TaitMartin, socio y jefe de investigaciones de Taproot Creative, dice que los anunciantes trabajan con la vana ilusión que si logran impresionar o entretener a la audiencia, los consumidores luego van a recordar positivamente a la marca y tomar algún tipo de decisión positiva. Su investigación tiró abajo esa ilusión.
Cuatro niveles para lograr mover a la gente
No inverter demasiado tiempo tratando de diverter o inspirer a los consusmidores, aconseja Martin. Si usted desea que la gente actúe – sea para comprar algo, apoyar una causa, asistir a un evento y demás, el sugiere que lo que necesita es prestar atención a cuatro palancas cruciales:
- “Todo lo que le pedimos a la gente que haga tiene un componente emotivo”, dice Martin. No se puede razonar con la gente para haga algo, hay que apelar al costado primario, emocional.
- “¿Cuál es el propósito de lo que usted le está pidiendo a la gente que haga?, pregunta. “Si no está explícito, probablemente no ocurra”. El público tiene que entender por qué hacer determinada cosa es útil para ellos y sus vidas”.
- Martin pregunta “¿Lo que usted les está pidiendo que hagan, se adecua a sus vidas de una manera lógica y orgánica); si la respuesta es negativa no va a tener éxito.
- . “¿Qué recursos hacen falta para que las cosas ocurran?” pregunta. El dice que puede ser dinero, tiempo, ego, reputación y otras formas de capital.
Si su mensaje adopta adecuadamente estas cuatro palancas o factores hay probabilidad de hacer que la gente se mueva en determinada dirección.