Por Patricio Cavalli
Ya sabemos por ejemplo que en la Provincia de Buenos Aires, un rico es alguien
que tiene más de $ 500.000 en patrimonio, al menos para Rentas y para
la Corte Suprema. Me pregunto si eso influye en algo en los índices de
NSE que usarán los marketineros afincados en la zona norte del GBA.
Sabemos también lo que cuesta silenciar a un agente secreto en Miami:
dos palos verdes. Así que si ustedes o yo supiéramos algo y nos
ofrecieran guita por callarlo, ya sabemos que más de eso no podemos pedir.
Sí, sí, ahora va la aclaración de rigor: “Aunque
yo, como periodista, jamás aceptaría nada a cambio de silenciarme”.
Aunque confieso que tampoco sé nada del otro mundo que justifique que
alguien me pida que me calle. Eso es lo bueno de ser un poligrillo: no hay presiones.
En ese sentido es que es importante aclarar que 30 son los dólares que
el Foro del Periodismo Argentino (FOPEA) pide en su Código de Ética
Periodística que sea el máximo que un periodista puede recibir
en dádivas empresarias.
Me complace anunciar que no he llegado a ser regalado nada que supere esa cifra
ni por asomo. El otro día un amigo me dijo por lo bajo “Me dijeron
que alguien por ahí quiere regalarte algo, creo que una caja de hamburguesas
o unos chupetines o algo así”, pero nada.
Ni Evita ha pasado con su tren mágico a tirarme el pan dulce, que trae
a colación otros números fin de añeros.
Por ejemplo, sabemos ahora que según Nielsen 46% de las ventas en litros
de champagne (lo cual es bastante obvio) se realizan en diciembre y enero; y
que el consumo de champagne creció 4% en el canal supermercados durante
el último año, aunque en el interior del país (donde se
ve que la gente tiene mas plata o es más generosa que el porteño-bonaerense),
creció 8%. Y dado que 33,6% las ventas de chocolate confitado y 74,2%
de las de maní con chocolate se hicieron ese mes, es bueno saber que
el consumo de choco y maní subió 8% en los súper de GBA,
y 10% en el interior durante el último año.
O hay mas ragú o hay mas teca, digamos.
Capital y GBA presentan un consumo de 72,1% de gaseosas comunes y 15,8% de
gaseosas dietéticas dijo hace poco MPG Gustavo Quiroga, mientras que
Buenos Aires y Córdoba consumen 75,2% de gaseosas tradicionales y 14,7%
de las versiones bajas calorías. Y en cuanto a bebidas alcohólicas,
el mayor consumo de vinos se encuentra en las regiones Sur con 26,4%; y Litoral,
con 27%, a diferencia del consumo de cerveza, que predomina en Bs. As. y Córdoba,
con 42,6%.
Decidido a terminar de arruinarnos el año, Nielsen por otro lado rastreó
a 26.486 usuarios de Internet en 47 países para ver si confiaban en la
publicidad y descubrió que obviamente lo hacen muy poco. La gente no
es tonta, y resulta que los consumidores confían principalmente en las
recomendaciones de otras personas (78%), luego en los anuncios en los periódicos
(63 %), mientras que la televisión, revistas y radio se ubican cerca
del 50 % y los celulares están al final de la lista, con 28 % de confianza.
Los argentinos no son muy propensos a creer en las opiniones de consumidores
que se publican en internet, porque sólo 49% confía en este medio,
aunque creen en los sitios web propios de las marcas y los banners publicitarios
(69% y 47%), y los anuncios de texto en celulares fueron ubicados al final de
la lista, con 16% de confianza.
Los argentinos cree en los avisos en las revistas (69%), la televisión
(67%), radio (72%), y Argentina está entre los 20 países que más
confía en los mismos.
Las razones por las que los argentinos confiamos más en la TV -a pesar
de que según Havas Media, durante nochebuena y navidad, el rating de
la TV baja hasta 28%- que en las revistas está todavía pendiente
de ser dilucidada.
A mí, qué quieren que les diga, me sacó las ganas de consumir
mi porcentaje de cerveza, maní y chocolate.
Por Patricio Cavalli
Ya sabemos por ejemplo que en la Provincia de Buenos Aires, un rico es alguien
que tiene más de $ 500.000 en patrimonio, al menos para Rentas y para
la Corte Suprema. Me pregunto si eso influye en algo en los índices de
NSE que usarán los marketineros afincados en la zona norte del GBA.
Sabemos también lo que cuesta silenciar a un agente secreto en Miami:
dos palos verdes. Así que si ustedes o yo supiéramos algo y nos
ofrecieran guita por callarlo, ya sabemos que más de eso no podemos pedir.
Sí, sí, ahora va la aclaración de rigor: “Aunque
yo, como periodista, jamás aceptaría nada a cambio de silenciarme”.
Aunque confieso que tampoco sé nada del otro mundo que justifique que
alguien me pida que me calle. Eso es lo bueno de ser un poligrillo: no hay presiones.
En ese sentido es que es importante aclarar que 30 son los dólares que
el Foro del Periodismo Argentino (FOPEA) pide en su Código de Ética
Periodística que sea el máximo que un periodista puede recibir
en dádivas empresarias.
Me complace anunciar que no he llegado a ser regalado nada que supere esa cifra
ni por asomo. El otro día un amigo me dijo por lo bajo “Me dijeron
que alguien por ahí quiere regalarte algo, creo que una caja de hamburguesas
o unos chupetines o algo así”, pero nada.
Ni Evita ha pasado con su tren mágico a tirarme el pan dulce, que trae
a colación otros números fin de añeros.
Por ejemplo, sabemos ahora que según Nielsen 46% de las ventas en litros
de champagne (lo cual es bastante obvio) se realizan en diciembre y enero; y
que el consumo de champagne creció 4% en el canal supermercados durante
el último año, aunque en el interior del país (donde se
ve que la gente tiene mas plata o es más generosa que el porteño-bonaerense),
creció 8%. Y dado que 33,6% las ventas de chocolate confitado y 74,2%
de las de maní con chocolate se hicieron ese mes, es bueno saber que
el consumo de choco y maní subió 8% en los súper de GBA,
y 10% en el interior durante el último año.
O hay mas ragú o hay mas teca, digamos.
Capital y GBA presentan un consumo de 72,1% de gaseosas comunes y 15,8% de
gaseosas dietéticas dijo hace poco MPG Gustavo Quiroga, mientras que
Buenos Aires y Córdoba consumen 75,2% de gaseosas tradicionales y 14,7%
de las versiones bajas calorías. Y en cuanto a bebidas alcohólicas,
el mayor consumo de vinos se encuentra en las regiones Sur con 26,4%; y Litoral,
con 27%, a diferencia del consumo de cerveza, que predomina en Bs. As. y Córdoba,
con 42,6%.
Decidido a terminar de arruinarnos el año, Nielsen por otro lado rastreó
a 26.486 usuarios de Internet en 47 países para ver si confiaban en la
publicidad y descubrió que obviamente lo hacen muy poco. La gente no
es tonta, y resulta que los consumidores confían principalmente en las
recomendaciones de otras personas (78%), luego en los anuncios en los periódicos
(63 %), mientras que la televisión, revistas y radio se ubican cerca
del 50 % y los celulares están al final de la lista, con 28 % de confianza.
Los argentinos no son muy propensos a creer en las opiniones de consumidores
que se publican en internet, porque sólo 49% confía en este medio,
aunque creen en los sitios web propios de las marcas y los banners publicitarios
(69% y 47%), y los anuncios de texto en celulares fueron ubicados al final de
la lista, con 16% de confianza.
Los argentinos cree en los avisos en las revistas (69%), la televisión
(67%), radio (72%), y Argentina está entre los 20 países que más
confía en los mismos.
Las razones por las que los argentinos confiamos más en la TV -a pesar
de que según Havas Media, durante nochebuena y navidad, el rating de
la TV baja hasta 28%- que en las revistas está todavía pendiente
de ser dilucidada.
A mí, qué quieren que les diga, me sacó las ganas de consumir
mi porcentaje de cerveza, maní y chocolate.