Vida y Estilo

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    El mundo de las piedras preciosas

    Los chinos compran los diamantes más grandes

    En el mercado de las joyas hay tantos préstamos como ventas. Personajes del jet set internacional lucen joyas prestadas para asistir a las grandes recepciones. La excepción es la marca Laurence Graff, tal vez la mayor comerciante de gemas verdaderamente grandes.

    “La gente que luce joyas Graff las ha comprado”, dice Henri Barguirdjian, a cargo de las operaciones de ventas Graff en Estados Unidos. “Creo que es un insulto a nuestros clientes que han comprado nuestras joyas”, agrega refiriéndose a la idea de que las use gente que no las ha comprado. “Si usted gasta US$ 1 millón, es mucha plata. ¿Le gustaría verla puesta en una modelo jovencita?”.
    Pero, Graff aparte, lo cierto es que especialmente en tiempos de crisis económica, prestar joyas es una práctica común.
    Graff Diamonds es la excepción. En su caso la venta minorista es solo parte de un imperio que se extiende desde los salones lujosos en Londres hasta las minas de diamantes en Sudáfrica, los salones de tallado en Amberes, Bélgica y más allá. Es un mundo que por momentos parece indiferente a las fortunas de los mortales aunque no tanto a las arenas movedizas de la economía global.
    Debajo de las oficinas centrales de Graff en Albemarle Street, en el sector londinense de Mayfair, hay un laberinto de talleres. Allí, 170 personas producen las joyas que Graff vende en todo el mundo.
    Pero ahora Graff ha puesto su proa hacia China, donde el número de multimillonarios crece año a año y se ubica segundo después de Estados Unidos. El explosivo mercado de los diamantes en China es otra señal de su poderío económico, o al menos de la voluntad de los ultra ricos de gastar a lo grande.
    Graff compra gemas gigantescas que dejan estupefacto al mundo de los diamantes. A lo largo de los años, ha vendido muchas piedras importantes, entre las que figuran el Magnificence, un diamante blanco de 244 carats y el Maharajah, un diamante amarillo de 78 carats.
    Su lista de clientes incluye a Oprah Winfrey, Arnold Schwarzenegger, Denzel Washington, Victoria Beckham y la novelista Danielle Steel. En los últimos tres años, Graff gastó más de US$ 199 millones en cuatro diamantes. Por uno de ellos, una piedra rosada perfecta de 24,78 carats, pagó US$ 46 millones el año pasado en la subasta de Ginebra.
    Graff controla una red de 32 tiendas en todo el mundo, y es dueño de 12,14% de Gem Diamonds, una empresa de minería que cotiza en bolsa. Con una participación de 21% controla la South African Diamond Corporation, que corta y pule diamantes; Safdico tiene 520 empleados en lugares como Johannesburgo, Amberes, Mauricio y Botswana.
    Cada vez más, el tipo de dinero que mueve este mercado es chino. Aunque los compradores rara vez dan a conocer sus compras, los expertos coinciden en que el apetito chino por diamantes, especialmente diamantes coloreados, está creciendo.

    Creció en Londres el costo de vivir a lo grande

    El costo de vivir la gran vida en Londres creció visiblemente en el último año cuando la inflación de los bienes y servicios suntuarios retornó a los niveles anteriores a la crisis. Así se desprende de un índice británico que mide el costo de una vida de lujos.
    Los precios de las cosas que llenan la vida de los súper ricos están subiendo a un promedio de 6%, según se refleja en el índice alternativo de inflación Stonehage Affluent Luxury Living Index (Salli).
    Este aumento fue impulsado por un salto de 6,7% en el precio de los alquileres de las propiedades más deseables de Londres, por un aumento de 27,6% de subas en vinos finos y por 10,5% de suba en los precios en las subastas de arte. El champagne cuesta hoy 8,2% más y el costo de una membresía en el club de polo trepó 17,6%.
    La inflación habría sido mayor de no ser por los movimientos en la tasa de intercambio. La fortaleza de la libra frente al dólar ayudó a controlar el alza de costos porque muchos servicios, como el alquiler de yates, están fijados en dólares.
    La tasa de inflación refleja también el estatus de Londres como imán para los súper ricos de todas las nacionalidades, que hacen pie en esa ciudad, alquilan apartamentos y compran arte en las grandes subastas. Mucha de la riqueza que se ha estado creando en China, India y el Medio Este se canaliza hacia el Reino Unido y eso ha tenido un efecto en los precios por el nivel de demanda.

    Una rebelión inédita

    Mujeres sauditas toman el volante

    En las principales ciudades de Arabia Saudita mujeres de clase media desobedecieron en masa una ley nacional que les prohíbe manejar y salieron a pasear en auto durante varias horas.Salvo el caso de unas pocas que fueron detenidas por la policía moral y de tránsito, no hubo incidentes violentos.

    En la mayoría de los casos las conductoras fueron escoltadas de vuelta a sus casas y aconsejadas de no repetir el intento. La protesta contra esta vieja prohibición comenzó en el mes de abril, fue pequeña y nadie imaginó que se convirtiera en un esfuerzo tan masivo. La primera medida que adoptó el movimiento femenino fue pedir a mujeres de otras nacionalidades que tuvieran licencia para conducir, que les hicieran con su auto encargos y trámites cotidianos. La idea era transmitir a la sociedad del país que debería ser algo normal que las mujeres manejen automóviles.
    Manal al-Sharif, una joven madre de 32 años, fue la iniciadora del llamado a la protesta del 17 de junio a través de su perfil en Facebook. Pero después de haber subido a la Web videos donde se la ve manejando un auto en Al Khobar en la provincia del Este, fue arrestada a fines de mayo y detenida por nueve días, un castigo más severo del esperado. Muchas de sus seguidoras opinaron que había puesto en peligro todo el esfuerzo al adoptar una posición tan provocadora.
    El tema de las mujeres al volante sigue siendo muy delicado en Arabia Saudita. Para los conservadores religiosos, la prohibición es una señal de que el reino sigue adhiriendo a sus tradiciones y no ha cedido un ápice ante la presión occidental.
    Durante los últimos meses en que brotaban protestas en toda la región, la familia reinante se respaldó mucho en su base de seguidores y no dijo una palabra cuando el mufti, la más alta figura religiosa del reino, sacó una fatwa prohibiendo las protestas. Muchas sauditas consideran el tratamiento dispensado a Sharif como una advertencia de la monarquía contra el intento de organizar cualquier tipo de movimiento vía medios sociales. La iniciativa de las mujeres por manejar autos fue el esfuerzo más fuerte hasta la fecha nacido a la luz de las recientes protestas en la región.
    “Las mujeres en Arabia Saudita ven a otras mujeres de medio oriente haciendo revoluciones; en Yemen y Egipto están a la cabeza de las revoluciones. Tan audaces son que voltean Gobiernos”, dijo Waleed Abu Alkhair, cuya esposa fue una de las que se paseó en su auto por toda Jidda. “Las mujeres de Arabia Saudita se miraron y dijeron, ‘¡Wow! Hasta podemos conducir’ “.

    Amenazas
    Alkhair dijo que conoce a muchas de las mujeres que participaron de la protesta del viernes, y que aparte de una que fue interrogada por la policía durante dos horas, ninguna fue molestada. Después del anuncio de la campaña, se produjeron amenazas de castigarlas golpeándolas a ellas o a sus autos. “Queremos que las mujeres sigan peleando esta causa y se liberen”, dijo. “Ayudará a liberar a toda la sociedad”.
    En las semanas siguientes al arresto de Sharif, se inició un debate entre religiosos conservadores con sus seguidores y las mujeres del reino, cada vez más lanzadas. Los opositores argumentan que la sociedad saudita todavía no está lista, que una mujer no debería ser sometida a los salvajes hábitos de manejo saudíes o ser responsables de cualquier accidente.
    Mucho peor, eso significaría la mezcla pública de los sexos. Las mujeres del movimiento se burlan de los religiosos que todo lo ponen en un contexto sexual y preguntan por qué está bien que las lleve por la calle un ejército de unos 800.000 choferes varones importados del sudeste asiático (casi todas pertenecen a la clase media acomodada y disponen de auto con chofer).
    No es la primera vez que se produce una protesta por este tema. El primer intento fue en 1990 y el escarmiento fue tan fuerte que no hubo nada hasta la semana pasada. En aquella oportunidad la iglesia declaró que las 47 mujeres que habían salido en auto eran amorales y la familia real confiscó sus pasaportes y echó a las que trabajaban para el Gobierno.
    Además, existe la sospecha que los que controlan el proceso de visado (los príncipes de la familia real) llevan adelante un gran negocio controlando el mercado negro de las licencias de conducir, que pueden costar más de US$ 3.000 cada una.

    Peligra la venta del Bordeaux 2010

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