Con frecuencia la gente no sabe qué pensar sobre las redes sociales y Facebook en particular. El sitio ofrece nuevos caminos de comunicación y la posibilidad de que los usuarios expresen sus ideas y sentimientos. Pero es preocupante el grado en que la plataforma conoce a sus usuarios . “Da la sensación “– dice Katarina Barley, ministro de protección al consumidor de Alemania – “de que saben con quién queremos hacernos amigos antes de que nosotros mismos lo advirtamos”.
Las cosas se ponen todavía más problemáticas cuando los usuarios comienzan a recibir mensajes hostiles o hasta amenazas a través de Facebook, una plataforma que nació para simplificar el contacto con los amigos.
Una de las críticas que más recibe Facebook es que no hace lo suficiente para combatir insultos y lenguaje de odio. Podría ser que no tiene interés en reportar ese contenido, pero cuando atribuye la hostilidad a errores humanos o a un algoritmo que no está totalmente desarrollado todavía no parece mostrar el grado adecuado de responsabilidad.
Es responsabilidad de una red social asegurar que el contenido en cuestión sea eliminado inmediatamente y no se siga diseminando. Para asegurar que eso ocurra Alemania aprobó una ley que exige a las redes sociales, incluida Facebook, actuar con más fuerza sobre el contenido criminal.
Otra área importante es el manejo de los datos personales. Es lógico que vender datos de usuarios a anunciantes es contrario a los intereses de la compañía dado que puede ganar mucho más dinero vendiendo avisos ella misma. ¿Pero qué pasa cuando los datos se escapan de control? Facebook no solo tiene la responsabilidad de abstenerse de compartir datos sino que además debe protegerlos del acceso de terceros.
La regulación externa es una forma sensata de devolver una sensación de seguridad a los usuarios de plataformas como Facebook
