El 18 de septiembre la Vigilância Sanitária do município do Rio de Janeiro
Comenzó a aplicar multas a bares, restaurantes y vendedores callejeros que afrezcan sorbetes plásticos a sus clientes. La ley, anunciada en julio y poblicada en el boletín oficial por la municipalidad, dice que los comerciantes no pueden usar más las pajitas tradicionales sino que las deben reemplazar por otras biodegradables.
Los comerciantes se quejan de que, a diferencia de lo que ocurre en otros países donde ya una estructura alternativa instalada, em Brasil no es fácil conseguir pajitas biodegradables. Por lo tanto creen que, como suele ocurrir, pasará como en otros casos en los que la ley es buena, pero la ejecución real es terrible.
Dicen también que el gobierno municipal se apresuró a implantarla sin asegurarse de que la alternativa estuviera disponible.