sábado, 23 de noviembre de 2024

Muy pronto van a faltar elementos esenciales

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Plata, helio, zinc y galio podrían desaparecer en los próximos 100 años.

Hasta no hace mucho la humanidad hizo uso de la Tierra como si fuera un conjunto de recursos infinitos. En los últimos cien años, cuando la población creció de manera descomunal, se fue haciendo cada vez más evidente que eso no es así. Los océanos, las tierras cultivables, los bosques, las especies animales, todo eso y mucho más fue explotado en demasía. Ahora resulta que una serie de minerales y metales, que resultan imprescindibles para poder desarrollar las nuevas tecnologías, se encuentran en situación crítica y, si no se toman medidas, el mundo podría experimentar escasez en los próximos años.

Hay 44 elementos químicos con riesgos de experimentar problemas serios de existencia en las próximas décadas. Entre los que corren más peligro de desaparecer figuran la plata, el helio, el zinc y el galio.

El galio es un metal color blanco azulado que fue descubierto en 1831 y tiene ciertas propiedades poco comunes, como un punto de fundición muy bajo y poca predisposición a la oxidación. Eso lo hace ideal para cobertura de espejos ópticos, para sellamiento líquido en aparatos sometidos a altas temperaturas y para sustituir al mercurio en lámparas ultravioletas. También es importante para hacer pantallas de cristal líquido en televisores de pantalla chata y monitores de computadoras.

Se cree que el galio está presente en 0,0015% de la corteza terrestre y que no existen reservas concentradas. Se obtiene extrayéndolo del zinc o el aluminio o fundiendo el polvillo de las chimeneas de los hornos. Los expertos creen que ya para fines de este año no habrá más disponible para uso.

El indio, otro elemento en peligro, similar al galio en muchos sentidos, tiene prácticamente los mismos usos y se está consumiendo más de lo que se encuentra. Los mismos expertos le dan unos diez años más de existencia.

El hafnio está en condiciones un poco mejores. No hay minas de hafnio. Aparece en cantidades ínfimas mezclado en minerales que contienen circonio, de donde se lo extrae mediante un proceso complicadísimo. Se lo usa mucho para chips de computación y, como el indio, en las barras de control de reactores nucleares. El problema es que no hay mucho. Estiman que para el año próximo ya no habrá más. Hasta el zinc, el viejo y conocido zinc que, en aleación con el cobre se convierte en bronce y que en Estados Unidos se usó para hacer las monedas de un centavo cuando escaseaba el cobre en la Segunda Guerra Mundial, tiene una fecha de extinción fijada en 2037.

El zinc nunca escaseó. Extraemos millones de toneladas al año. Pero la existencia es finita y la demanda infinita y eso es muy mala noticia. Hasta el cobre está comenzando a escasear.

Los humanos vamos de un lado a otro de la tierra devorando todo lo que aparece a la vista, pero algunas cosas no son reemplazables. . Va a llegar un momento en que cosas que nunca se nos ocurrió que escasearían, dejarán de existir.

 

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