En lo que respecta a campañas de marketing dirigidas a la generación de baby-boomers, hay cuatro cuestiones a tener en cuenta.
1) ¿Quiénes son sus héroes?
Tanto para ganar una discusión como para perderla, siempre hay que tener en cuenta quiénes son los líderes de opinión a los que escucha la generación de baby-boomers. Si es una franja etaria que respeta la embestidura presidencial, por ejemplo, tal vez no sea una buena idea acercarse a ellos con un chiste político en la campaña.
2) ¿Ir en contra de sus valores personales? Mala idea
Este punto es tan peligroso como hablar mal de sus ídolos. Si se centra en querer vender algo a esta generación, no puede dar por sentado nada. Es importante crear una campaña y después pasarla por el filtro de algunos estudios para estar seguro que las suposiciones de otras generaciones sobre los baby-boomers son correctas y no ofenden a nadie. Un focus group es una buena idea.
3). Entienda a su audiencia
Pero para poder pasar ese focus group exitosamente primero se debe crear una campaña correcta y para eso es indispensable conocer a la audiencia. Piense: los baby-boomers han sido atravesados por experiencias como la guerra fría, el invierno nuclear, golpes militares, la revolución sexual. ¿Qué características describen mejor a este grupo etario? El optimismo. el sacrificio y el trabajo duro han sido las fuerzas que empujaron el progreso en su vida laboral y por lo tanto virtudes con las que se identifica.
4). Respeto, por sobre todas las cosas
Esto vale para todas las generaciones y en todos los contextos pero la generación de baby-boomers odia que les falten el respeto. La mayoría de ellos, ante una situación así, preferirán el silencio pero si se sienten agraviados no harán negocios con usted.
A veces son pequeñas cosas las que pueden causar esa mala impresión, como atender una llamada y ponerlos en espera. Lo cierto es que sienten que se cruzó una línea las consecuencias no serán agradables: tanto por perder la cuenta como por un boca a boca negativo.