Muchas empresas no van a poder evitar manejar a muchos empleados mediante vínculos electrónicos. Mucha gente va a ganar plata profesionalmente sin tener nunca que adaptarse a la interacción cara a cara.
La gente excluida del trabajo full time, incluyendo aquellos con severas discapacidades físicas, podrán ofrecer sus habilidades anteriormente desaprovechadas.
Las funciones centralizadas del personal se desmoronarán a medida que aparecen los servicios basados en la Web. Los viajes de negocios declinarán cuando las reuniones se hagan electrónicas. Los grandes edificios de oficinas se adaptarán a nuevos usos mientras los negocios migran a oficinas más pequeñas o instaladas en casa.
Aunque todavía es prematuro comenzar a dar por muerta a la oficina tradicional, el momento es seguramente justo para que muchas organizaciones por lo menos abran sus mentes a posibilidades alternativas.
Una de las más prometedoras es el negocio virtual: una operación liviana y altamente concentrada que realiza la mayoría de sus asuntos en Internet, por lo general con otras compañías que operan en la Web, si es que no están instaladas en la web.
Individualmente, un negocio virtual puede llegar a ser de no más de una persona que trabaja en la habitación de huéspedes de su propia casa, administra operaciones de pago de personal para un puñado de clientes que conoce más por voz y por e-mail que personalmente.
En forma colectiva, un negocio virtual puede consistir en varias compañías especializadas que están ubicadas muy lejos una de la otra pero trabajan juntas como departamentos sin costuras que estuvieran unos al lado del otro en la misma sala.
Los servicios basados en la Web están apareciendo para brindar a las pequeñas empresas la mayoría de las ventajas de la oficina de ladrillos sin los costos fijos ni largas horas en el tránsito.
Esto es la cruza entre una intranet y una extranet pero mucho más barata que las dos; una oficina virtual le permite guardar documentos y presentaciones, hacer demostraciones de productos y servicios, compartir información con los clientes y hasta sostener conferencias y reuniones privadas. Todo eso en Internet.
Los servicios de oficina virtual incluyen HotOffice, netopia, Instinctive Technology’s eRoom, Lotus´Instant Teamroom y Changepoint´s Involv.net.
Hay muchos otros servicios y sistemas que facilitan las reuniones electrónicas y las videoconferencias; por ejemplo, Atrium Suite de VocalTec, netscape Conference y Microsoft netMeeting.
Desde recursos humanos hasta infotecnología, casi todas las funciones de negocios pueden realizarse en Internet.
Tomemos por ejemplo el departamento de contabilidad. Una compañía de Nueva York llamada Virtual Growth brinda a unas 50 empresas chicas ayuda financiera basada en la Web, básicamente, los servicios on-call de un gerente financiero, controlador y contador.
Hasta Automatic Data Processing Inc., la gigantesca empresa procesadora de nóminas, está dejando que sus 40.000 clientes introduzcan la información sobre la nómina de sus empleados poniéndola en su página Web, de la misma manera que antes la pasaban por teléfono.
Las relaciones basadas en la Web tienen todavía más sentido para los consultores cuyos clientes están, por empezar, muy distantes.
Cada vez son más los entrepreneurs que manejan sus negocios con ayuda de asistentes que trabajan en su casa. Los asistentes virtuales por lo general ganan entre US$ 20 y 70 la hora, según la naturaleza de su tarea.
Consideremos Stacy Brice de Baltimore, Maryland. Como asistente virtual -o secretario virtual- de varias pequeñas compañías, sus responsabilidades abarcan desde investigar en libros hasta hacer reservaciones de viajes y realizar las operaciones de nómina.
Una ferviente defensora de las actividades virtuales, Brice también preside un programa de capacitación de asistentes virtuales de 12 semanas llamado AssistU.
El término de asistente virtual también se refiere a servicios como Portico, Wildfire y Webley, secretarias electrónicas que confían en mensajes telefónicos, dirigen e-mails, organizan cronogramas y ayudan a los ejecutivos en movimientos a mantenerse en contacto.
La tendencia indica que las empresas capaces de mirar hacia el futuro no se privarán de aprovechar las posibilidades de las operaciones virtuales, tanto para reducir gastos y ayudar a los empleados a lograr un equilibrio entre familia y trabajo.
Los más grandes desafíos no serán técnicos sino gerenciales porque tendrán que luchar con la pérdida de vigilancia directa, la demanda aumentará en capacitación especializada y políticas corporativas claramente definidas.
Muchas empresas no van a poder evitar manejar a muchos empleados mediante vínculos electrónicos. Mucha gente va a ganar plata profesionalmente sin tener nunca que adaptarse a la interacción cara a cara.
La gente excluida del trabajo full time, incluyendo aquellos con severas discapacidades físicas, podrán ofrecer sus habilidades anteriormente desaprovechadas.
Las funciones centralizadas del personal se desmoronarán a medida que aparecen los servicios basados en la Web. Los viajes de negocios declinarán cuando las reuniones se hagan electrónicas. Los grandes edificios de oficinas se adaptarán a nuevos usos mientras los negocios migran a oficinas más pequeñas o instaladas en casa.
Aunque todavía es prematuro comenzar a dar por muerta a la oficina tradicional, el momento es seguramente justo para que muchas organizaciones por lo menos abran sus mentes a posibilidades alternativas.
Una de las más prometedoras es el negocio virtual: una operación liviana y altamente concentrada que realiza la mayoría de sus asuntos en Internet, por lo general con otras compañías que operan en la Web, si es que no están instaladas en la web.
Individualmente, un negocio virtual puede llegar a ser de no más de una persona que trabaja en la habitación de huéspedes de su propia casa, administra operaciones de pago de personal para un puñado de clientes que conoce más por voz y por e-mail que personalmente.
En forma colectiva, un negocio virtual puede consistir en varias compañías especializadas que están ubicadas muy lejos una de la otra pero trabajan juntas como departamentos sin costuras que estuvieran unos al lado del otro en la misma sala.
Los servicios basados en la Web están apareciendo para brindar a las pequeñas empresas la mayoría de las ventajas de la oficina de ladrillos sin los costos fijos ni largas horas en el tránsito.
Esto es la cruza entre una intranet y una extranet pero mucho más barata que las dos; una oficina virtual le permite guardar documentos y presentaciones, hacer demostraciones de productos y servicios, compartir información con los clientes y hasta sostener conferencias y reuniones privadas. Todo eso en Internet.
Los servicios de oficina virtual incluyen HotOffice, netopia, Instinctive Technology’s eRoom, Lotus´Instant Teamroom y Changepoint´s Involv.net.
Hay muchos otros servicios y sistemas que facilitan las reuniones electrónicas y las videoconferencias; por ejemplo, Atrium Suite de VocalTec, netscape Conference y Microsoft netMeeting.
Desde recursos humanos hasta infotecnología, casi todas las funciones de negocios pueden realizarse en Internet.
Tomemos por ejemplo el departamento de contabilidad. Una compañía de Nueva York llamada Virtual Growth brinda a unas 50 empresas chicas ayuda financiera basada en la Web, básicamente, los servicios on-call de un gerente financiero, controlador y contador.
Hasta Automatic Data Processing Inc., la gigantesca empresa procesadora de nóminas, está dejando que sus 40.000 clientes introduzcan la información sobre la nómina de sus empleados poniéndola en su página Web, de la misma manera que antes la pasaban por teléfono.
Las relaciones basadas en la Web tienen todavía más sentido para los consultores cuyos clientes están, por empezar, muy distantes.
Cada vez son más los entrepreneurs que manejan sus negocios con ayuda de asistentes que trabajan en su casa. Los asistentes virtuales por lo general ganan entre US$ 20 y 70 la hora, según la naturaleza de su tarea.
Consideremos Stacy Brice de Baltimore, Maryland. Como asistente virtual -o secretario virtual- de varias pequeñas compañías, sus responsabilidades abarcan desde investigar en libros hasta hacer reservaciones de viajes y realizar las operaciones de nómina.
Una ferviente defensora de las actividades virtuales, Brice también preside un programa de capacitación de asistentes virtuales de 12 semanas llamado AssistU.
El término de asistente virtual también se refiere a servicios como Portico, Wildfire y Webley, secretarias electrónicas que confían en mensajes telefónicos, dirigen e-mails, organizan cronogramas y ayudan a los ejecutivos en movimientos a mantenerse en contacto.
La tendencia indica que las empresas capaces de mirar hacia el futuro no se privarán de aprovechar las posibilidades de las operaciones virtuales, tanto para reducir gastos y ayudar a los empleados a lograr un equilibrio entre familia y trabajo.
Los más grandes desafíos no serán técnicos sino gerenciales porque tendrán que luchar con la pérdida de vigilancia directa, la demanda aumentará en capacitación especializada y políticas corporativas claramente definidas.