El propietario del club, Assem Allam, quiere que se modifique el nombre de Hull Tigres por uno más original, atractivo y que lo defina como una marca comercial con personalidad joven y familiar. El objetivo es generar más ingresos y nuevos aficionados. Sin embargo, esto provoca reacciones adversas entre los simpatizantes, informó Euromericas Sport Marketing Alemania.
El dueño de origen egipcio en recientes declaraciones explicó: “Nunca acepto consejos en las decisiones de mis negocios y haré lo mejor para que el club sea cada día más rico y más grande en la liga”.
La estrategia se deberá cumplir, caso contrario el magnate retirará sus millones hacia otro club, explicó Gerardo Molina, director de la agencia.
El club propuso la semana pasada una votación para determinar el futuro. En las opciones existían tres posibilidades: Cambiar el nombre y que siga la familia Allam, seguir apoyando al equipo sin importar cómo se llame o que todo siga igual y se vaya la familia Allam.
Por apenas 48 votos ganó la opción 1, la de cambiar el nombre y que sigan los mismos dueños. Esta tendencia está tomando forma para aplicarse en cuatro equipos más de Europa, informa Euromericas Sport Marketing.
Los nuevos magnates dueños de los equipos de fútbol, especialmente europeo, siguen siendo noticia por los movimientos que generan en inversiones en la industria deportiva, lo que conlleva muchas veces al cambio de reglas muy arraigadas,