<p>En la actualidad hay 22 dominios de alto nivel, algunos de los cuales son .com, .net., y .org. La ICAAN, una organización sin fines de lucro encargada de administrar el sistema de nombres de dominio, ha decidido permitir a las organizaciones solicitar la creación de sus propios dominios en cual idioma o lenguaje, por un costo de alrededor de US$ 185.000. ICANN calcula que su plan llevará a la creación de varios cientos de nuevos TLD como .canon, que la compañía de electrónicos japonesas Canon está buscando registrar. Hitachi es otra empresas que ha dicho está dispuesta a solicitar su propio dominio. <br />
<br />
Según la opinión de Alexa Raad ex CEO del Registro de Interés público para los dominios.org, el anuncio de la ICAAN fue muy publicitado pero muy poco entendido.</p>
<p>A la Asociación de Anunciantes Nacionales en Estados Unidos, el cambio no le gusta. Dice que le costaría a los anunciantes millones de dólares proteger el nombre de sus marcas. La ICAAN le contesta que su proceso de aprobación bloqueará a cualquiera que lance un dominio con una marca que no le pertenece. <br />
<br />
La incertidumbre en la prensa sobre la viabilidad de los nuevos dominios, dice Raad, gira alrededor de una malinterpretaciaón de los que son los nuevos TLD, que no son sólo otra manera de llamar a un sitio. <br />
<br />
“Para entender las posibilidades de los nuevos TLD”, propone Raad, “piensen en un edificio de departamentos. Un sitio web (o sea, un nombre de dominio) es como un departamento. Usted lo alquila, desarrolla gran parte de su vida allí, invita amigos y obtiene una dirección para que la gente pueda encontrarle y enviarle cosas. Usted puede pintar las paredes pero no reemplazar la plomería o cambiar placares". <br />
<br />
El dueño del edificio de departamentos es el TLD. El decide quién puede vivir allí, cobra la renta, fija las reglas y determina si usted va a tener la mesada de granito o de laminado plástico. <br />
<br />
Piensen lo que podría hacer eBay. Com .eBay, la compañía se convierte en un registro que, como el dueño de un edificio de departamentos, decide quién obtiene una dirección “.eBay” y administra todos los nombres de sitio web que incorpora. <br />
<br />
Supongamos que es alguien que quiere vender los productos de eBay. Entonces, en lugar de una dirección complicadísima como http://myworld.ebay.com/abestshop4u/?_trksid=p4340.l2569, que sólo un contorsionista mental podría recordar y sería inútil ponerla en una página impresa, uno tendría “OldBooks.eBay”. No sólo se puede escribir eso en material impreso sino que además puede aparecer en lugares donde se lo pueda recordar, como por ejemplo, los laterales de un colectivo. <br />
</p>
<p>O tal vez eBay decide ofrecer nombres sólo a sus principales vendedores, y entonces http://stores.ebay.com/brookstoneco se convierte en Brookstone.eBay. <br />
<br />
Si la American Medical Association tuviera el TLD .doctor y ofreciera a sus socios un nombre de dominio gratuito, MarcusWelby.doctor. Si ese seño no quisiera el nombre de dominio, la AMA le podría dar una dirección de mail gratuita que sería Marcus.Welby@AMA.doctor. La asociación también podría decidir que todas las comunicaciones de ellos estarán dirigidas solamente a las direcciones de e-mail que terminen en .doctor y así tentar a todos los médicos a revisar su cuenta regularmente. <br />
<br />
Entonces sí que tendríamos una lista poderosa y comerciable para vender. Todo lo que se envíe a esa lista, será revisado y aprobado por la AMA, convirtiendo a la organización en el custodio de la puerta y el sello de aprobación. <br />
<br />
Una operación comercial podría tener oportunidades parecidas. Una empresa de automóviles podría aprovechar su propio TLD para crear una red logística o de comunicación con sus proveedores, socios, concesionarios y clientes. Las políticas, funcionalidad y seguridad incorporadas al TLD son ventajas para cualquiera que tenga un nombre de dominio bajo ese TLD. <br />
En la actualidad, los TLD son tan genéricos y grandes que la funcionalidad es un agregado y debe ser diseñada para el mínimo común denominador. Y los registros no verifican las credenciales de quienes compran el nombre de dominio, y en algunos casos o tienen información errónea o no tienen información sobre el registrante. Los nuevos TLD tendrán esa información y también pueden imponer otras reglas, como la verificación.</p>