“Estoy convencida” – comenzó diciendo – “de que las mujeres empresarias son vitales para la recuperación de Estados Unidos por su probada resistencia, estabilidad y adaptabilidad”.
En la última década, las diferentes investigaciones realizadas por el centro y por otras organizaciones han arrojado resultados que demuestran que cuando la economía se pone difícil – como ocurrió a finales de los años ’80 y principios de los ’90, o durante los días de la guerra que llamamos “Tormenta del Desierto”, las empresas de, y manejadas por, mujeres siguieron creciendo o al menos se mantuvieron estables, dando empleo a millones de ciudadanos.
El impacto económico de las mujeres se siente en todo el mundo. Un estudio reciente descubrió que un elemento fundamental para la salud económica de un país es la mayor participación de la mujer en el manejo de las empresas.
Además, tanto la experiencia como la investigación demuestran que los estilos gerenciales de las mujeres se adecuan bien al liderazgo en un momento en el que la crisis es tanto de espíritu como de desafío económico.
La investigación documenta la fortaleza de las mujeres entrepreneurs
Investigaciones realizadas por el Centro y por otras fuentes documentan que en tiempos de crisis, las empresas cuya propiedad está en manos de mujeres han sido más estables o han seguido creciendo, aportando una importante cantidad de empleo.
Entre 1991 y 1994 las firmas de propiedad de mujeres mostraron mayor tendencia a mantenerse operativas que todas las firmas — 72,2% de firmas de mujeres seguían funcionando en 1994 comparado con 66,6% de todos los negocios (Women Owned Businesses: Breaking the Boundaries, 1995)
Entre 1987 y 1999, el empleo en firmas de mujeres se expandió 320%. (Facts on women-Owned Business, 1999)
Entre 1992 y 1997 , el número de firmas privadas con mayoría de mujeres en el equipo de accionistas, creció a una tasa seis veces mayor que la correspondiente a la de todas las firmas. (U.S. Census, 1997)
Entre 1987 y 1990, las firmas de mujeres mostraban estabilidad – con menos tendencia a achicarse que sus equivalentes en el sector masculino, aunque menos orientadas a ocupar un lugar entre las de mayor crecimiento. (The New Economic Force, 1992)
Al mismo tiempo, sin embargo, las firmas de mujeres experimentaron mayor crecimiento general en el empleo que todas las firmas. (The New Economic Force, 1992)
Mujeres y hombres tienen diferentes estilos gerenciales. Las mujeres son menos jerárquicas, piden más información y tienen más probabilidades de extraer más cosas de los demás – incluso de los empleados. (Styles of Sucess, 1994)
Un estudio realizado en 21 países, llegó a la conclusión que el aumento del número de mujeres entrepreneurs fue fundamental para el crecimiento económico de largo plazo del país. (Global Entrepreneurship Monitor Report, 2000, Paul Reynolds, et.Al.)
Center For Women’s Business Resrearch
Fundado por la National Foundation for Women Business Owners
“Estoy convencida” – comenzó diciendo – “de que las mujeres empresarias son vitales para la recuperación de Estados Unidos por su probada resistencia, estabilidad y adaptabilidad”.
En la última década, las diferentes investigaciones realizadas por el centro y por otras organizaciones han arrojado resultados que demuestran que cuando la economía se pone difícil – como ocurrió a finales de los años ’80 y principios de los ’90, o durante los días de la guerra que llamamos “Tormenta del Desierto”, las empresas de, y manejadas por, mujeres siguieron creciendo o al menos se mantuvieron estables, dando empleo a millones de ciudadanos.
El impacto económico de las mujeres se siente en todo el mundo. Un estudio reciente descubrió que un elemento fundamental para la salud económica de un país es la mayor participación de la mujer en el manejo de las empresas.
Además, tanto la experiencia como la investigación demuestran que los estilos gerenciales de las mujeres se adecuan bien al liderazgo en un momento en el que la crisis es tanto de espíritu como de desafío económico.
La investigación documenta la fortaleza de las mujeres entrepreneurs
Investigaciones realizadas por el Centro y por otras fuentes documentan que en tiempos de crisis, las empresas cuya propiedad está en manos de mujeres han sido más estables o han seguido creciendo, aportando una importante cantidad de empleo.
Entre 1991 y 1994 las firmas de propiedad de mujeres mostraron mayor tendencia a mantenerse operativas que todas las firmas — 72,2% de firmas de mujeres seguían funcionando en 1994 comparado con 66,6% de todos los negocios (Women Owned Businesses: Breaking the Boundaries, 1995)
Entre 1987 y 1999, el empleo en firmas de mujeres se expandió 320%. (Facts on women-Owned Business, 1999)
Entre 1992 y 1997 , el número de firmas privadas con mayoría de mujeres en el equipo de accionistas, creció a una tasa seis veces mayor que la correspondiente a la de todas las firmas. (U.S. Census, 1997)
Entre 1987 y 1990, las firmas de mujeres mostraban estabilidad – con menos tendencia a achicarse que sus equivalentes en el sector masculino, aunque menos orientadas a ocupar un lugar entre las de mayor crecimiento. (The New Economic Force, 1992)
Al mismo tiempo, sin embargo, las firmas de mujeres experimentaron mayor crecimiento general en el empleo que todas las firmas. (The New Economic Force, 1992)
Mujeres y hombres tienen diferentes estilos gerenciales. Las mujeres son menos jerárquicas, piden más información y tienen más probabilidades de extraer más cosas de los demás – incluso de los empleados. (Styles of Sucess, 1994)
Un estudio realizado en 21 países, llegó a la conclusión que el aumento del número de mujeres entrepreneurs fue fundamental para el crecimiento económico de largo plazo del país. (Global Entrepreneurship Monitor Report, 2000, Paul Reynolds, et.Al.)
Center For Women’s Business Resrearch
Fundado por la National Foundation for Women Business Owners
