El ruido de las bombas ayer retumbó en todo el mundo gracias a las redes sociales. Cuando dos bombas explotaron en la línea de llegada de la maratón de Boston, causando 23 heridos y dos muertes, todo el planeta se paró a escuchar. Porque si Facebook es el corazón de la web hoy, —donde se guardan recuerdos, fotos, afiches, poesías- Twitter es el sistema nervioso, el lugar por donde hoy pasa la información. Y pasa rápido.
El periodismo ciudadano es un fenómeno relativamente nuevo que ha explotado con la aparición de teléfonos inteligentes, capaz de grabar y capturar momentos de máxima tensión aún cuando los periodistas se mantienen alejados. Gracias a la tecnología los ciudadanos ya han conocido de cerca varias tragedias y algunas revoluciones. ¿Quién puede olvidar el efecto de las redes sociales en la Primavera Ãrabe?
El efecto en el caso de las bombas de Boston fue multiplicador y las noticias desde el feed del Boston Globe se hicieron eco en redes sociales en forma de Favs y Retwitts.
Google no se quedó atrás. En su sección de “buscador de personas†incluyó la categoría “Explosiones en la maratón de Boston†para ayudar a que las familias y los heridos puedan reencontrarse.
Los medios tradicionales quedaron bastante castigados, lejos de las primicias que llegaban a la velocidad de los acontecimientos. Tuvieron que esperar a la conferencia de prensa que dio el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en la que no pudo confirmar si se trataba o no de un acto terrorista. Sí aseguró que investigarían a fondo y que llevarían a los responsables a la justicia. Lo cierto es que la conferencia de prensa a las 6:15 pm llegó justo a tiempo para los noticieros de la noche pero bastante tarde para aquellos acostumbrados a recibir sus noticias instantáneamente. Les tocó a los portales web y a las redes sociales ser, otra vez, los testigos privilegiados del suceso.
