Por Nelson Duboscq (*)
Los temas vinculados a estos adelantos dejaron de ser abordados exclusivamente por la bibliografía específica y, en el otro extremo, por los libros de ciencia ficción: hoy son moneda corriente en los medios masivos de comunicación, que dan cuenta sobre cómo esta tecnología impactarán en el mundo laboral y en el de los negocios.
En concreto, el aporte de la IA en las empresas se está dando principalmente en temas vinculados a cuestiones administrativas o comerciales, para la optimización de procesos, y en actividades relacionadas con capacitación y el aprendizaje. En este sentido, de acuerdo con la consultora IDC, en Latinoamérica 30% de los proyectos vinculados a la transformación digital de las compañías usarán IA en 2019; y en 2020 la mitad de las aplicaciones corporativas empleará esta tecnología. Por otra parte, se estima que de aquí a dos años más de 50% de los consumidores interactuará con chatbots enfocados en la atención al cliente, algo con lo cual ya estamos todos bastante familiarizados y, de hecho, el estudio de “El impacto de la inteligencia artificial”, de Endeavor y Everis, señala que, hasta ahora, las empresas que más adoptaron IA en Latinoamérica son las enfocadas en la banca, esencialmente bajo la forma de asistentes virtuales para brindar servicios.
Este escenario parece muy alentador para las empresas porque con la implementación de IA ganan en productividad y rentabilidad, entre otros beneficios, pero por otro lado despierta algunos temores vinculados a la pérdida de empleo. En este sentido, está claro que algunas posiciones tenderán a desaparecer producto del avance tecnológico, es el caso de actividades rutinarias cuyas tareas son susceptibles a ser automatizadas.
Sin embargo, es importante destacar que estos desarrollos tecnológicos implican no solo la creación de nuevos puestos de trabajo sino la reinvención de las profesiones existente. Así es como, en el primer caso, ya estamos viendo que las técnicas de IA junto con los avances en big data, la analítica predictiva y el aprendizaje profundo permiten procesar y analizar enormes volúmenes de datos para conocer las preferencias de los clientes y optimizar sus experiencias, personalizando las propuestas. Pero es el data scientist el profesional que realmente extrae valor agregado de los datos que ya tienen las organizaciones porque la tecnología por sí sola no es suficiente.
Nuevas habilidades
Por otra parte, es importante destacar el segundo caso: muchas profesiones tradicionales continuarán existiendo pero deberán reinventarse, esto implica que estas personas tendrían que desarrollar nuevas habilidades para seguir siendo competitivas, y estas destrezas están alineadas al mundo digital.
Por ejemplo, en el sector de RR.HH., la IA hoy ya permite acceder mucho más rápidamente a los perfiles de los candidatos adecuados, optimizando los procesos de búsqueda y mejorando sus resultados, aunque a la decisión de contratación la siguen tomando los humanos. Esto tiene que ver con el concepto de “inteligencia aumentada”, que implica el trabajo en equipo entre el ser humano y la máquina para llegar a resultados muy superiores comparado con al cual se llegaría si ambos trabajasen por separado. Así es como un abogado que cuenta con una solución de IA para analizar jurisprudencia será más eficiente que una máquina sola o un letrado sin esta herramienta.
En resumen, lo que se observa es que las decisiones estratégicas serán tomadas siempre por humanos, debidamente capacitados para tomar decisiones en base a datos y para aprovechar el potencial que ofrece la tecnología en su máxima expresión. Sin lugar a dudas, la IA no viene a terminar con el mundo laboral, pero sí es cierto que las profesiones y la forma de trabajar ya se están modificando.
Como consejo ante este escenario, las organizaciones deberían tener una estrategia clara con respecto a cómo se puede beneficiar de esta tecnología y qué perfil de colaboradores requiere en el marco de transformación digital. En tanto, los jóvenes deberían analizar qué profesiones son y serán las más demandadas en el mercado para no capacitarse en algo obsoleto, y los adultos deberían ve la manera de actualizar su curriculum de acuerdo a las habilidades que más requieren las organizaciones.
(*) CEO y cofundador de Digital House.