Un informe de Bain & Company y el Foro Económico Mundial destaca el viaje de la trazabilidad digital y los retos a los que se enfrentan las empresas en el camino.
Los inversores, los consumidores y los gobiernos reclaman una nueva era de responsabilidad empresarial, exigiendo que tanto los productos como los procesos sean más sostenibles. Para poder competir eficazmente en medio de este panorama cambiante, los equipos directivos deben dar prioridad a la creación de cadenas de valor transparentes y circulares, utilizando la trazabilidad digital para impulsar una mejora de la economía a la vez que se aceleran los resultados sostenibles.
La trazabilidad digital permite a las empresas cumplir sus objetivos de sostenibilidad y alcanzar un conjunto más amplio de objetivos empresariales, como la eficiencia, la resistencia y la capacidad de respuesta. Tener la capacidad de ver y analizar los datos a lo largo de la cadena de suministro permite a las empresas innovar rápidamente, identificar las oportunidades estratégicas de la cadena de valor, minimizar el impacto de las interrupciones internas y externas, y certificar sus esfuerzos.
“Las recompensas de acertar con la trazabilidad son considerables, ya que permiten a las empresas entregar el producto adecuado en el lugar adecuado y en el momento adecuado de forma competitiva y con todas las certificaciones adecuadas”, dijo Alejandro Perez de Rosso, Managing Partner de Bain & Company.
“La trazabilidad también ayuda a las empresas a predecir posibles amenazas y a adaptarse más rápidamente a las interrupciones, lo que hace que sean más resilientes frente a las perturbaciones de la oferta y la demanda.”
A pesar de estos beneficios, una nueva investigación de Bain & Company y el Foro Económico Mundial muestra que la mayoría de las empresas todavía están en el inicio de su camino en la trazabilidad, con sólo el 15% de las empresas que ofrecen valor a escala en múltiples áreas de aplicación. En parte, la falta de progreso se debe a la incapacidad de los equipos de liderazgo para ponerse de acuerdo sobre dónde y cómo empezar sus transformaciones de trazabilidad.
Para abordar esta brecha, Bain & Company y el Foro Económico Mundial han creado un marco para ayudar a las empresas a navegar sus caminos de trazabilidad. “Trazabilidad digital: Un marco para cadenas de valor más sostenibles y resilientes”, explora cuatro temas fundamentales:
- Una fuente de sostenibilidad y diferenciación estratégica: Las soluciones de trazabilidad pueden desplegarse de muchas maneras para reforzar la sostenibilidad y la ventaja estratégica. El primer paso consiste en determinar dónde generará el mayor valor para la empresa, tanto hoy como en el futuro. Los equipos de dirección que no centran sus inversiones corren el riesgo de saturar sus cadenas de valor con la complejidad. Esta tarea requiere comprender las presiones fundamentales para el cambio, que pueden provenir de clientes, inversores, reguladores y otras partes interesadas.
- Conectar la trazabilidad con la sostenibilidad y los objetivos empresariales: En esta nueva investigación, Bain & Company y el Foro Económico Mundial descubrieron que los ejecutivos confían en la trazabilidad para perseguir múltiples objetivos relacionados con el rendimiento de la cadena de valor, siendo su prioridad principal el cumplimiento de la normativa.
A ello le siguen la fiabilidad de la cadena de valor y el compromiso digital con los clientes en tiempo real. Otros objetivos de aplicación son la eficiencia, la sostenibilidad, la resistencia y la seguridad. Como resultado, las aplicaciones de trazabilidad más potentes soportan múltiples objetivos. Una vez que los ejecutivos especifican sus objetivos de negocio, sus aplicaciones y casos de uso prioritarios se vuelven más claros.
- Comprender los facilitadores de la trazabilidad: Una vez que las empresas priorizan sus objetivos de trazabilidad, los equipos ejecutivos comienzan a evaluar, construir y reforzar los facilitadores clave: el modelo operativo, el compromiso interfuncional, las colaboraciones externas, el ecosistema de socios, la tecnología, los datos, las normas y las certificaciones. Los mismos son fundamentales para la trazabilidad, pero cada uno presenta su propio desafío en el proceso de implantación. Por ejemplo, la investigación de Bain muestra que la identificación del tipo de tecnología adecuada resulta difícil para muchos equipos de liderazgo: el 46% de los ejecutivos enumeran este paso como un reto clave. Además, aunque la mayoría de las empresas han puesto en marcha colaboraciones activas con sus socios de la cadena de valor, menos del 40% describe la colaboración como altamente eficaz.
- De la experimentación a la transformación: Los esfuerzos de trazabilidad suelen comenzar con pequeños proyectos piloto de duración limitada centrados en un material, producto, proveedor o zona geográfica concretos. Según la experiencia de Bain, muchos proyectos de trazabilidad se quedan estancados en el modo piloto, perdiendo impulso o fracasando en su ampliación. Para evitarlo, las empresas y asociaciones deben dar prioridad a la planificación de la ampliación de cada uno de sus proyectos piloto cuando los diseñen y los pongan en marcha. De lo contrario, corren el riesgo de enfrentarse a desafíos con la ampliación de los datos, la tecnología, el modelo operativo y el crecimiento del ecosistema.