<p>El gigante T-Mobile, división de Deutsche Telekom, colocará en ese mercado el nuevo iPhone de III generación en la versión de ocho gigabitios. Pero viene con un abono mensual de € 89. Alrededor de US$ 138.</p>
<p>Este celular puede almacenar unos dos mil temas musicales breves, o sea “pop” u ocho películas. El contrato es un poco leonino, pues determina que durará dos años. Habrá también una versión de dieciséis gigabitios. Costará € 20 y presupondrá suscripción bienal, como la otra. Eventualmente, la gama incluirá, claro, un abono mínimo de € 29, pero entonces el equipo subirá a € 250.</p>
<p>En términos mundiales, Apple ofrece el producto 3G en setenta países. Su objeto es captar más usuarios y mejorar los resultados del 2G en 2007, un éxito más bien mediático. Otra diferencia es que, ahora, Apple ya no exige a los prestadores de servicios pagarle un porcentaje de ingresos.</p>
<p>Por ende, operadores como T-Mobile disponen hoy de mayor margen para subsidiar el costo del hardware, imponiéndole al público abonos lucrativos (una forma de contenido) para ellos. Al respecto, algunas empresas –la británica O2, Telefónica de España, France Télécom- sostienen que los usuarios de iPhone demandan hasta treinta veces más contenidos que otros sistemas por internet. La versión inicial del producto salió hace un año. Costaba cientos de euros o dólares, implicaban costosos acuerdos exclusivos con un solo prestador por país. Se vendieron apenas seis millones de aparatos.</p>
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iPhone 3G a apenas un euro en Alemania
En realidad, es un truco de marketing, pues sale con un abono mensual de 89. Pero igual es un ejemplo para plazas marginales como la argentina, donde se satura la oferta de celulares caros.