Por Rogelio Salcedo (*)
Así como para generar las condiciones para que las compañías sean elegidas por las personas. Las soluciones tecnológicas deberán ser un gran aliado en tiempos de cambio para generar experiencias positivas en cada momento clave de la vida de quienes trabajan en la organización e impulsar su compromiso y productividad.
Casi como si fuera una película de ciencia ficción. Febrero de 2020 llegaba a su fin, y desde los países de América Latina, veíamos azorados lo que ocurría en Europa, en especial en Italia, donde el coronavirus se propagaba velozmente. Todavía la Organización Mundial de la Salud (OMS) no había declarado la pandemia, muchos creían que el SARS-CoV-2 era una gripe estacional y los confinamientos sociales no se habían expandido por todo el globo.
Pero faltaba poco para que todo ello ocurriese. Y, ante un mundo que parecía quedarse en stand-by, millones de líderes de negocios tuvieron que barajar sus cartas, responder con rapidez, redireccionar sus estrategias y evaluar no solo cómo continuar operando, sino también cómo hacerlo frente a las nuevas necesidades que se gestaban.
El mundo puede cambiar de la noche a la mañana. Lo único que nos queda es nuestra capacidad para adaptarnos al cambio rápidamente y de manera resiliente. Mucho se habló entonces de la necesidad de reinvención y de transformación digital como principal driver de adaptación a los nuevos tiempos. Se convirtió no en un imperativo, sino en un ancla para la supervivencia: los retailers que mejoraron sus procesos de venta online; las tiendas de cercanía que implementaron en tiempo récord nuevos canales de atención; o las áreas administrativas que, forzadas por la emergencia sanitaria, aprobaron protocolos de trabajo remoto son apenas algunos ejemplos de cómo la transformación digital se convirtió en un aliado para las organizaciones.
Lo primero que se plantearon las compañías fue cómo trabajar con plataformas y herramientas digitales: cómo hacer para colaborar, para seguir interactuando con el equipo y los clientes, para poder entregar el trabajo en tiempo y forma.
Muchos líderes de negocios y sus colaboradores debieron capacitarse en el uso de nuevas herramientas para asegurar que la gente pudiera trabajar a distancia con la tecnología. Hoy, parece imposible concebir la evolución y el crecimiento de una compañía sin una adecuación tecnológica que permita a las organizaciones dotarlas de mayor competitividad: tecnología para mejorar las líneas de producción, tecnología para facilitar los procesos de compra, tecnología para operar de forma remota, tecnología para simplificar las comunicaciones.
Tecnología en todas las áreas. ¿También en Recursos Humanos? La respuesta es sí. La tecnología digital tiene el potencial y la capacidad de transformar la gestión del capital humano tal como los conocemos.
La transformación digital de RRHH pasa, en general, por dos etapas: primero, la digitalización de las tareas y/o procesos, implementando o incluyendo herramientas digitales que permitan automatizar, optimizar y reducir tiempos, sobre todo, de tareas repetitivas.
Luego, la verdadera transformación digital, que se refiere a cómo cambiamos nuestra forma de ver el negocio y la interacción interna con la organización basada en lo digital. Estos dos pasos no necesariamente son secuenciales y dependen de la capacidad que tengan las organizaciones de desarrollar una estrategia digital. La pandemia, en este sentido, aceleró en la mayoría de los casos lo primero (digitalización) y el gran desafío ha sido lograr una verdadera transformación digital.
(*) Partner and General Manager de OLIVIA México.