John J. Dooner Jr, presidente y director ejecutivo de Interpublic Group of Companies
(Nueva York) fue relevado de su cargo y será sucedido por David Bell, vicepresidente
del directorio, quien además ha sido presidente del directorio y CEO de
True North Communications, una competidora comprada por Interpublic en 2001. Dooner,
bajado de categoría, va a la división McCann-Erickson World Group
– de Interpublic – como presidente y CEO.
Los movimientos se producen luego de un año de problemas financieros
y operativos que provocaron graves consecuencias en Interpublic.
Interpublic es el segundo grupo publicitario del mundo. El primero es WPP,
en Londres, y el Tercero, Omnicom, en Nueva York. Los tres tienen problemas,
pero los de Interpublic son los más serios, porque no son simplemente
producto del revés publicitario iniciado en 2000. El grupo tuvo importantes
pérdidas en una división dedicada a las carreras de autos, que
podrían resultar mayores a las estimadas. También ha tenido que
renegociar préstamos con los bancos, reducir pagos de dividendos mientras
las calificadoras le bajaban la nota varias veces a su deuda corporativa hasta
dejarla a sólo un nivel por encima de chatarra.
John J. Dooner Jr, presidente y director ejecutivo de Interpublic Group of Companies
(Nueva York) fue relevado de su cargo y será sucedido por David Bell, vicepresidente
del directorio, quien además ha sido presidente del directorio y CEO de
True North Communications, una competidora comprada por Interpublic en 2001. Dooner,
bajado de categoría, va a la división McCann-Erickson World Group
– de Interpublic – como presidente y CEO.
Los movimientos se producen luego de un año de problemas financieros
y operativos que provocaron graves consecuencias en Interpublic.
Interpublic es el segundo grupo publicitario del mundo. El primero es WPP,
en Londres, y el Tercero, Omnicom, en Nueva York. Los tres tienen problemas,
pero los de Interpublic son los más serios, porque no son simplemente
producto del revés publicitario iniciado en 2000. El grupo tuvo importantes
pérdidas en una división dedicada a las carreras de autos, que
podrían resultar mayores a las estimadas. También ha tenido que
renegociar préstamos con los bancos, reducir pagos de dividendos mientras
las calificadoras le bajaban la nota varias veces a su deuda corporativa hasta
dejarla a sólo un nivel por encima de chatarra.