Según datos del Ministerio de Educación de la Nación, el Ministerio de Trabajo de la Nación y la CESSI, si bien “la torta” se divide en diversas especializaciones y niveles educativos, el 30% de los profesionales graduados empleados fueron Ingenieros en Sistemas y el 21% Licenciados en la misma área, por lo que el 50% de la contratación se centró en estas dos titulaciones de grado.
Tampoco esto fue casualidad, se necesitaron estos recursos humanos calificados para hacer frente a una demanda de servicios que, en un 47%, respondió a desarrollo de software solicitados por grandes clientes, entre los que, en primer lugar, se ubican los bancos y entidades financieras.
Este dato es claro cuando se analiza la escasez de perfiles especializados.
Según la encuesta realizada online durante el primer Trimestre de2014 por IT PROFILE, la división especializada en reclutamiento de perfiles IT de Ghidini Rodil, los motivos para hacer un cambio son claros: la opción más elegida con un 52% fue: el desafío por un mejor puesto de trabajo, mientras que la segunda opción con un 27% es por un mejor salario, aún después del golpe inflacionario del primer trimestre, provocado por la devaluación del peso.
Variables como la estabilidad o el nombre de la empresa y los referentes o futuros jefes, son inadvertidas, esta es una señal de la estabilidad que hay en el pleno empleo del sector.
Por otro lado, una realidad que parece no tener solución en Argentina es el empleo informal, según datos del INDEC, el 33,5% de los asalariados urbanos del país no tuvieron descuento jubilatorios, es decir, trabajan en negro.
La pregunta entonces es ¿por qué esa variable no impacta en el mercado laboral tecnológico?
Las respuestas de los profesionales parecen tan simples como lógicas: “Hay más demanda que oferta, ¿por qué vas a aceptar una oferta laboral en negro cuando podes aceptar otra en blanco?” dice Tomás, desarrollador de aplicaciones, y agrega: “sin contar que ahora, que la compra de dólares está atada al 20% del sueldo, rinde menos todavía que antes estar en negro”.
Existen, sin embargo, relaciones laborales no oficiales encubiertas bajo la modalidad de prestación de servicios, como es el caso de la consultoría en proyectos, circunstancia también muy difundida tanto en PyMES como en grandes empresas y que los profesionales parecen no cuestionar.
La reciente creación de un sindicato del ramo (UTS) y la firma de un precario acuerdo de paritarias parecen abrir nuevos caminos en el mercado, pero resta ver cómo se acomodan los jugadores en un contexto siempre dinámico.
Desde hace poco menos de una década, el pleno empleo en el mercado de Tecnología y Servicios de la Información ha sido un rasgo distintivo de la industria.
Según la Cámara que nuclea a las empresas del sector (CESSI) desde 2002 a 2012 el empleo directo en esta área se incrementó en un 276%, y en el último trimestre de 2013, sumó un 3% más.